* El video en Vallarta que encueró a Ebrard, el mejor regalo de cumpleaños para Claudia Sheinbaum
El Quinto Poder
Por Rodrigo Aguilera
Las imágenes son demoledoras. Marcelo Ebrard completamente descompuesto, descolocado agrediendo a una reportera, sexagenaria y contra la que atentaron intentando matarla.
Peor. Parece con premeditación.
Ebrard sabe quien es. Le responde 'ya te contestó el Presidente' o sea 'me escondo detrás de papá Obrador.
En su pleito con la anciana reportera el ' ¿quién te mandó? ',' ¿de qué medio eres?',' no te contesto por que no', fueron las frases de Marcelo que lo desnudan como lo que es: un pinche chilanguito naco. Una mona vestida de seda. Un 'ñero', un carnal, un 'cámara ya se la saben' ataviado de diplomático.
La pregunta era justa... Pero le pega donde le duele a Ebrard. En los 'carteles inmobiliarios'.
Nada le costaba a "Chelo", si tuviera dos pesos de empatía responder 'es un tema que vamos a atender, gracias por tu pregunta'.
No. A Marcelo lo agarraron fuera de base y, como digo coloquialmente 'se le salió el diablo'.
Quedó claro como Ebrard es en realidad: Violento, intolerante, cobarde, y con mucha cola que tratar de esconder.
(Línea 12,asesinato de agentes de la AFI, cartel inmobiliario CDMX, investigación de la UIF en su contra, su fuga a Francia, su pasado priista salinista, entre muchos más).
Toda su gira en Vallarta, con gasto millonario incluido (pasajes de avión de él y su comitiva, hospedaje -en Marriott-, centenares de playeras 'Sonríe todo va estar bien con un funko de Marcelo', gorras de Mamarcelo, lonas para el mercado de Mojoneras y camiones rotulados con su fea cara de mirada de pug, sillas y sonido para el evento de jóvenes en el que estaba el inútil carcaman "Charolo", las suburbans y camionetas de lujo, las libretas en las que hace como que apunta, la comida de lujo con emotesarios, el pool de prensa nacional que lo sigue, la ridiculez de liberar tortugas al atardecer) ... Entre muchos otros extras.
Todo eso lo echó a perder Ebrard en esos 20 segundos que lo pintan de cuerpo entero.
Y miren que la reportera que lo cuestionó es la sociópata Susana Judith Mendoza Carreño, alias "Susana Carreño" personaje con el que tengo públicas y notorias diferencias.
Pero Ebrard en su prepotencia no midió la piedra con la que se tropezó. Susana Judith Mendoza más allá de que haya aprovechado la campaña de 2006 para rentar el carro usado de su hermano en el cierre de la campaña perredista recibió - hace 17 años- al Peje en esa campaña que dicen que le robaron y estuvo en el Malecón con el viejo de Macuspana a su lado.
Eso mientras Ebrard y su cómplice Mario Delgado preparaban los pingües negocios que hicieron durante su paso por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
( Continúa con los temas del recorrido de Ebrarf - diría Chumel Torres - por Vallarta qué termina al rato en un festival de mariachi en el Malecón)
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