Dávalos y su Grupo Vallarta...
Quienes consideran --y hasta celebran-- que el Grupo Vallarta que encabeza el ingeniero Arturo Dávalos Peña está derrotado o en retirada pecan de ignorancia o ingenuidad.
La estructura política regional más importante de los últimos tiempos fuera de la zona metropolitana de Guadalajara goza de cabal salud y está cien por ciento operativa.
La demostración de estos últimos días, cuando se "basificó" a quienes son las y los más leales del Davalismo en el ayuntamiento de Puerto Vallarta es solo un ejemplo de su confianza en su fuerza y solidez.
Dávalos ha mantenido en lo personal un bajo perfil después de la elección del primero de junio en la que quedo una cosa muy clara: La derrota vino de la traición cobijada desde Casa Jalisco.
Pero perfil bajo no ha significado ausencia. Dávalos ha sostenido reuniones con actores políticos de todos los signos y tamaños.
Citas y reuniones con operadores de la administración municipal entrante y también con el propio gobernador Alfaro a quien el propio ingeniero le cuestionó sobre las decisiones que costaron la derrota de MC: Primero la imposición de una candidata mujer (para la que no se había preparado el terreno y segundo, el polémico trato que se le dio a Luis Munguía).
Aquí hago un paréntesis, del tema escribiré más en los próximos días, sobre el caso Luis Munguía, si nos apegamos a lo que fueron los acuerdos originales a Luis lo traicionó Alfaro (le había dicho que él era el candidato naranja a la alcaldía del Puerto en 2021) y después usaron el tema de paridad para bajarlo y al mismo tiempo debilitar al Davalismo.
Alfaro acabó con los dos liderazgos en la ciudad que se le resistía con un argumento al parecer "inocente".
Bien pues hasta de eso ya se ha hablado y tomado acuerdos con Alfaro quien al parecer ya tiene el tema de "unidad" hacia el 2024. Por supuesto que quienes lo hemos observado a lo largo de su trayectoria desconfiamos de él. No por nada Alfaro le llamó traidorzuelo públicamente.
Pero regresamos al tema de la disyuntiva que tiene Dávalos y su grupo para continuar su influencia en la región:
Tiene dos opciones, una en Movimiento Ciudadano y la otra en Morena.
En Movimiento Ciudadano la continuidad en la pertenencia a la marca naranja del Davalismo pasa por tres factores:
El primero el cumplimiento de acuerdos por parte de Alfaro, el primero y más importante será que el primero de noviembre el ingeniero Dávalos tome protesta como diputado local integrando la bancada movimientista en el Congreso de Jalisco.
Si le cumplen ese compromiso --que el propio pelón de Tlajomulco puso en la mesa-- será una señal de que el trabajo para la unidad de todas las corrientes emecistas hacia el 2024 es una realidad.
El segundo será la integración de destacados Davalistas, más, a las estructuras de partido y a las oficinas de gobierno estatal. Ese es otro indicador que debe atenderse.
Y el tercero es el factor Lemus. El ya casi cantado candidato y siguiente gobernador de Jalisco requiere a los davalistas para pelear la elección del 2024 en la que la competencia será muy fuerte. No tanto por el tema de que tenga algún opositor sólido frente a él (no todavía pero ya se ven figuras como Claudia Delgadillo en Morena) sino por la fuerza de la marca guinda.
Lemus requiere de la fuerza regional del Davalismo sino quiere que toda esta zona pase a control de Morena por el contagio de Bahía de Banderas y el gobierno entrante de Vallarta.
Y ahí es donde se encuentra el siguiente escenario para el Grupo Vallarta:
Integrarse a la ola del partido del Presidente de la República. Si a Dávalos y su gente les incumple --otra vez-- Alfaro. La salida natural es desplazarse hacia el respaldo al gobierno municipal entrante.
Ya hay señales de que el propio Dávalos ha maniobrado para evitar que el alcalde electo, Luis Michel, de quien es antiguo amigo desde los tiempos en que ambos fueron panistas, no tenga sobre saltos a la hora de votaciones de importancia en el cabildo como las que deberá enfrentar en sus primeras sesiones.
Dávalos no solo ha llamado a la prudencia y a la suma, a evitar confrontaciones inútiles, con los morenos sino que además ha sondeado y tenido comunicación con otras y otros potenciales opositores a Michel en el Partido Verde y el propio Morena.
Incluso se explora en varios niveles y negociaciones la integración de personajes de la actual administración como refuerzos del gobierno que inicia este primero de octubre.
Añado que los vínculos de Dávalos con Morena no son ni nuevos, ni exclusivamente locales. Dávalos tiene fuertes apoyos en personajes morenos como Chema Martínez --quien coordinará la bancada de Morena en el Congreso de Jalisco-- Alberto Uribe, el ex alcalde de Tlajomulco que representa los intereses de Marcelo Ebrard así como con el todavía mandamás de los morenos en Jalisco, Carlos Lomelí.
Hay que recordar que hace prácticamente un año Lomelí buscó a Dávalos para sumarlo a Morena hacia el 2021 pero el ingeniero determinó apegarse a sus compromisos con el gobernador. Compromisos cuyos términos se modificaron en marzo por parte del traidorzuelo, quien salió con que debía ser mujer la abanderada naranja en Vallarta.
En aquellas invitaciones a sumarse a Morena estuvieron también cuadros del nivel del alcalde reelecto de Cabo Corrientes y su grupo, Prisciliano Ramírez y del ahora alcalde electo de Tomatlán, Daniel Ruiz. Danny se mantuvo firme en emecé pero Prisciliano sí exploró acomodar su estructura en Morena llegando al final al Partido Verde en el que se logró la victoria de Miguelito Silva.
Así que fuera de todo escrúpulo por la camiseta el Grupo Vallarta tiene ante sí el escenario doble: O con Movimiento o con Morena. Pésele a quien le pese.
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