En el Salón Ejidal, del Ejido Puerto Vallarta, el pasado fin semana se efectuó la Asamblea Informativa de Morena, la cual fue presidida por su dirigente estatal Erika Pérez y por el presidente del Consejo, doctor Carlos Lomelí.
El evento levantó muchas expectativas al ser la primera reunión del morenismo vallartense, luego de la estrepitosa derrota que tuvieron en las pasadas elecciones municipales, en donde lograron rescatar triunfos en las diputaciones con la vallartense Yussara Canales y el mexiquense Bruno Blancas Mercado, así como la mayoría de posiciones en el Distrito V, lo que quiere decir que el fracaso fue sólo en Puerto Vallarta.
Se esperaba que en la asamblea se abordarantemas relacionadas con los resultados municipales en Puerto Vallarta, pero los micrófonos no se abrieron a la militancia, que mucho tenía que decir de los temas que influyeron en la derrota de la señora Chuyita Delgado, que fue a la única persona que le permitieron hacer uso de la palabra,
La señora Chuyita habló de trabajar para recuperar el poder en el municipio, endosando la derrota a otras situaciones del partido.
La regidora Chuyita habló como representante del partido en Puerto Vallarta, habida cuenta que Morena no tiene un dirigente como tal, y al menos en el pasado la familia Michel tenía el control.
Hoy ya hay nuevas caras como el ex regidor profesor Pablo Ruperto, el ex alcalde Pepe Martínez, el diputado Bruno Blancas, la diputada Yussara Canales, cabezas visibles de grupos al interior del partido.
Sin embargo, la influencia de los Michel sigue latente con un grupo bien definido que los mantienen vivos después de perder las elecciones, y por su influencia en la dirigencia del partido.
ASAMBLEA DESCAFEINADA
Para no pocos morenistas vallartenses la asamblea informativa realizada en las instalaciones del Ejido Puerto Vallata, fue “descafeinada” que ciertamente cumplio con los cánones informativos, pero nada relevante de cómo será el trabajo de Morena para recuperar terreno perdido en el ámbito municipal, sin análisis y conclusiones.
No se debe de perder de vista que fue una asamblea informativa, pero se perdió una muy buena oportunidad de analizar el cómo y porqué de las razones de la pérdida del Gobierno Municipal. Varios iban con la decisión hacer puntualizaciones, marcar pautas reales, por eso consideran que la intervención de quienes hicieron uso de la palabra fue cuestionable.
No pocos se quedaron con ganas de hablar de la intervención de personas que buscaron de todas las formas seguir con el poder sin importarles los resultados en las pasadas elecciones municipales. Sin embargo, consideraron que la asamblea sirvió como termómetro para invitar a la dirigencia nacional y estatal, a que se hagan las cosas que le dieron vida al movimiento.
Y es que declaró uno de los miembros del partido en las afueras del recinto en donde se llevó a cabo la reunión, que “lo que vivimos es un claro ejemplo de lo que se dejó de hacer”. Y es que en vez de hacer una asamblea festiva, participativa y jubilosa, en la que se celebraran los triunfos de Sheinbaum, de las conquistas de las Cámaras Alta y Baja y de gobiernos estatales y municipales, no fue así y que “le faltó espíritu y alma”, dijo.
Esto se puede deber a que el entusiasmo le fue arrebatado por las decisiones equivocadas que se han tomado en tiempos recientes como en el caso de Puerto Vallarta.
Se supone que Morena practica la libertad de expresión, por lo que sus asambleas deben de ser abiertas a la militancia, pero la convirtieron en una asamblea de adoctrinamiento que en mucho de los casos los militantes, ya no quieren escuchar la misma retórica.
No obstante hubo otras expresiones que sin haber logrado una real participación, consideran un primer intento y como “buena” la primera asamblea de la nueva vida de la dirigencia estatal.
Quienes hicieron uso de la palabra en la reunión fueron la dirigente estatal Érika Perez; el doctor Carlos Lomelí; José Luis Rios, quien habló sobre la campaña de reafiliación.
No se abrió el micrófono a los militantes, por lo que hubo gritos de desaprobación y abucheos, inclusive al hablar la regidora Chuyita se escuchó el grito de “quitenle el micrófono”.
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