En sus Propias Instalaciones, un Detenido Logró Quitarles el Arma de Cargo…
Dos elementos de la Fiscalía General de la Republica (FGR) murieron, tras la agresión que sufrieron por parte de un detenido que aprovechó un descuido y los despojó de su arma de cargo, con la que les disparó. El sujeto huyó y pese al fuerte dispositivo que se montó por toda la ciudad, no lograron atraparlo.
De acuerdo a información preliminar, desde el pasado martes se encontraba bajo arresto en las instalaciones de la Fiscalía General de la República, ubicada en la calle Río Nilo en la colonia Marino Otero, mejor conocida como La Luz del Mundo, un individuo de 29 años, que fue detenido en el municipio de Tomatlán por portación de arma de fuego.
Ayer miércoles, alrededor de la 13:00 horas, el sujeto identificado como Fernando “N” fue sacado de las celdas para llevarlo a rendir su declaración ante el Ministerio Público Federal, ahí mismo en la Fiscalía, pero al momento que el Agente lo sacó de la celda, le quitó los aros aprehensores porque le tomarían sus huellas dactilares. De pronto el federal le dio la espalda al detenido y éste aprovechó para despojarlo de su arma de cargo, una nueve milímetros, con la que le disparó a quemarropa.
El elemento cayó moribundo al pie de las escaleras y mientras el sujeto subía corriendo se encontró a su paso con otro agente que escucho los disparos e iban en auxilio de su compañero, pero al toparse de frente en los escalones, Fernando actuó más rápido y disparó en tres ocasiones, logrando herirlo en el pecho.
Mientras en las agencias del Ministerio Público todo era pánico y confusión, el sujeto aprovechó para subir hasta el pasillo que lleva a la comandancia, por donde logró salir a la calle Río Nilo. Ahí se encontró con una mujer que iba llegando en su vehículo tipo Mitsubishi en color azul metálico, a la que prácticamente bajó a jalones y huyó en el automotor rumbo a la parte alta de esa zona.
Mientras tanto, los actuarios y agentes del Ministerio Público entre la confusión y la corredera de la gente que estaba realizando tramites, aseguraron la puerta principal para evitar que otros detenidos huyeran y luego corrieron a hacia la comandancia por el corredor trasero, siendo en las escaleras donde encontraron a sus compañeros investigadores heridos. Rápidamente solicitaron el apoyo de una ambulancia, así como de agentes de las distintas corporaciones de seguridad para ir tras el agresor.
No pasaron ni cinco minutos, cuando en la FGR ya se encontraban paramédicos de Cruz Roja y Bomberos, quienes atendieron a los agentes identificados como José Antonio Velásquez Romero de 42 años de edad y Víctor Manuel Espinoza Torres de 39, quienes presentaban impactos de bala en pecho y abdomen, por lo que fueron trasladados de urgencia a la clínica 42 del Seguro Social.
Por su parte, elementos de la Policía Municipal, Estatal y de la Guardia Nacional implementaron un fuerte despliegue por toda la ciudad en busca del prófugo. Unas seis cuadras hacía la parte alta en el cruce de las calles Río Lerma y Río de la Plata en la colonia López Mateos, los uniformados localizaron abandonado el vehículo que el que éste huyó.
De acuerdo con el dicho de algunos testigos, un sujeto delgado, fachoso, de pelo abultado y con cubrebocas bajó rápidamente del vehículo y huyó por la ribera del arroyo Los Camarones hacia el cerro. Inmediatamente una parte del operativo se dirigió hacia esa zona, en tanto que otros patrullaban por toda la ciudad; además se solicitó el apoyo de las autoridades de Bahía de Banderas para montar un retén en el ingreso a ese municipio, por si el sujeto intentaba escapar hacia el vecino estado.
Una hora después, en el nosocomio del Seguro Social, informaron a las autoridades que los dos agentes investigadores habían muerto, luego de que a su ingreso cayeron en paro respiratorio y aunque les realizaron las maniobras correspondientes, no lograron hacerlos reaccionar.
Por su parte, elementos de la Fiscalía del Estado y de la FGR, así como el Ministerio Público Federal y peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses realizaron las diligencias correspondientes en la escena del crimen, en donde localizaron varios cascajos de bala calibre 9 milímetros, no así la pistola de cargo de uno de los agentes, una tipo escuadra, Glock, semiautomática, la cual se presume se llevó el detenido al momento de huir.
Mientras esto corría, la calle Río Nilo fue cerrada a la circulación, desde avenida Las Palmas, hasta Ávila Camacho, causando malestar entre los vecinos de esa zona, que se quedaron encerrados, puesto que únicamente tienen esas dos calles para salir de la colonia.
Más tarde, los peritos se trasladaron al sitio donde quedó el vehículo abandonado, en el que se realizó la compilación de huellas dactilares del agresor, así como otros indicios que fueron localizados en los asientos.
Ya casi al anochecer, los cadáveres de los dos agentes federales fueron trasladados al anfiteatro forense, donde se les realizaría la necropsia de ley, para su posterior identificación oficial por parte de sus familiares.
Cabe mencionar que no es la primera vez que en las instalaciones de la FGR se registra un incidente de esta naturaleza, pues hace algunos años, una señora que se encontraba detenida junto con su esposo por portación de droga, aprovechó que el agente que estaba a cargo de su custodia, se quedó dormido en la comandancia, lugar donde la tenían a ella, pues en ese entonces, aún no había celdas para mujeres y le sorrajó tremendo culetazo en la cabeza, con el rifle que éste tenía a un lado.
En aquella ocasión, cuando la mujer intentó huir, llegó otro de los agentes federales y la sorprendió en la puerta. Como pudo, la sometió (medía cerca de dos metros y con un peso de casi 130 kilos) y logró llevarla a empujones hasta una de las celdas, en tanto que el herido fue llevado a atención médica. Afortunadamente las heridas aunque graves, no le costaron la vida el oficial, sin embargo si fue sancionado por su irresponsable actuar.
Dichas situaciones dejan al descubierto una serie de irregularidades y nula seguridad en las instalaciones de la Fiscalía General Federal, errores que ayer cobraron la vida de dos oficiales, enlutando a dos familias.
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