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Rodrigo Aguilera

La Última y me voy… pero volveré

Antes que nada, antes que todo, quiero agradecer las comunicaciones de muchas y muchos amigos luego de la publicación en SIEMPRE LIBRES de lo que sería la última columna EL QUINTO PODER de este ciclo.



Me expliqué mal. Primero, NO dejo de colaborar con la que considero mi casa. Generaré ahora otro tipo de materiales periodísticos, como reportajes y entrevistas, quizá alguna crónica.

Segundo al ser la de ayer una redacción que no quedó clara, reitero que en acuerdo con la directiva de la Casa Editorial pondré en pausa el análisis político o columna como quiera llamársele.

Nadie me presionó de ninguna forma o al medio en el que colaboro para tomarme un año sabático, en lo que respecta a la familia García Colín, con una experiencia de tantos años en el trabajo editorial saben que el respaldo del que gozamos quienes aquí escribimos es total. En mi caso lo hago como siempre, siempre libre. Tomaré un tiempo, egoístamente, para hacer otras cosas. Espero ahora sí haber sido claro.


Pero antes de irme, con la promesa de volver y ya encarrerado en el tecleado de este texto me permito convertir la última en penúltima para abordar un tema que me parece de mucho interés, así que ahí les voy.


Carta de Michel a sus Hij@s en Particular a Chuyín


Entre sorpresa, curiosidad y hasta sonrisas burlonas leí ayer el boletín de prensa del Ayuntamiento de Puerto Vallarta en el que se informaba de una carta que el alcalde Luis Michel parecía dirigir a sus hij@s, en particular al "Chuyín".

En ese oficio, debidamente sellado y firmado, el alcalde, al estilo de AMLO se deslinda de su parentela y solicita al personal a SU cargo dejar de lado e ignorar cualquier intento de influyentismo al tiempo que condena el nepotismo.

¿Por qué el texto de Luis Michel parece destinado a sus hij@s?

Pues porque desde hace varias semanas, incluso antes de la toma de protesta de la actual administración vallartense comenzó a hablarse mucho y comentarse en el medio político de la existencia de una -mala-influencia en el naciente gobierno de Luis Michel.

La --mala-- influencia proviene del activismo ilegal e ilegítimo de sus vástagos (los de Michel) en asuntos que en nada competen a quienes no tienen, como ell@s un mandato constitucional.


Porque haiga sido como haiga sido la campaña y la elección, el alcalde es Luis Michel. Nadie eligió a sus descendientes y por lo tanto carecen de toda representatividad.

Si Michel mismo no hubiera firmado la carta, que encierra mensajes directos para quienes registró como sus hij@s quizá este análisis carecería de sentido.

Pero al contrario, lo tiene. El alcalde vallartense parece haberse dado cuenta de que el proceder de sus familiares afectó y sigue afectando el arranque de su administración.

Lo han documentado ya varias colegas de los medios regionales, en particular Gerardo Sandoval en su columna Contextos.


El famoso Porro Sandoval, lo saben quienes me conocen, es para mi gusto el mejor columnista con el que contamos ya que consulta fuentes directas de información y las transmite con una redacción amena y bien lograda.

No entraré en muchos detalles, quienes quieran profundizar pueden leer sus textos en el portal CONTRALINEA que dirige la también excelente periodista Martha Ramírez.

Sólo diré que los hijos de Michel, en particular "Chuyín" han venido descomponiendo arreglos, rompiendo promesas de su padre, trazando negocios totalmente inviables e ilegales, quitando y metiendo personal a la nómina, presionando a quienes su progenitor designó y, en general, causando que se perciba al alcalde vallartense como un tipo sin voluntad propia, alejado de la realidad y fácilmente manipulable.


Con su boletín de ayer, que se publica en prácticamente todos los medios, el alcalde Luis Michel, reitero, hace un llamado a quienes forman parte de su administración y a sus propios consanguíneos para suspender esa situación que mucho le daña.

Le daña a Luis Michel que sus hijos anden con cuatro o cinco policías municipales armados pero sin uniforme oficial como escoltas, que en convoyes de varias camionetas se echen en sentido contrario para bajarse en restaurantes de la ciudad atemorizando a turistas y locales ¿a qué le temen? Le temen más, considero, a sus propios complejos.

Pero dejando de lado el análisis sicológico de la familia Michel el hecho específico de que individuos como "El Chuyín" se tomen el atrevimiento de contradecir las instrucciones o compromisos de su padre va en contra del funcionamiento sano del ayuntamiento.

En un gobierno, como el que todavía no logra establecer Luis Michel, únicamente puede haber un líder. La familia está legalmente impedida a participar en cargos y a tener influencia, nefasta, como lo es en este caso.


El alcalde ya dio el paso de pedir a su gente que ignore a sus parientes. Ahora toca a quienes han sido nombrados acatar la instrucción.


Quizá en el primer error de Luis Michel (nombrar "encargados de despacho") esté la solución a los muchos problemas que ya le causaron sus hij@s. Con el nombramiento definitivo de quienes habrán de acompañarlo en su trienio podrá ir subsanando los errores a los que lo han llevado.

Y sobre todo tratar de recuperar la confianza de la ciudadanía que ante el asalto de los Chuyines a palacio municipal cada vez va más y más generando una percepción negativa sobre su alcalde.


¿Quién mirará con respeto a un alcalde a quien sus descendientes ningunean groseramente? ¿Cómo sostener que busca una administración honesta cuando los Chuyines Micheladas ya están asignando moches, repartiendo botines y soñando con negocios a los que, afirman, orillarán al padre a ser cómplice o de plano le ordenarán realizar?

Parece que Luis Michel ya no quiere ser el de las michel-adas y quiere agarrar las riendas del ayuntamiento. Sus Chuyines ya lo dejaron en ridículo en la primera sesión de ayuntamiento cuando, con un Secretario General novato (ni merece que mencione su nombre) le dieron una paliza los regidores de la oposición ¡y los de su propio partido!

Vienen decisiones muy importantes en el ayuntamiento, como solicitar créditos, asignar proyectos, obras, aprobar licencias, designar delegados, jueces municipales… que no van a salir si el Chuyín Micheladas sigue metiéndole el pie a su propio padre.

Parece que el regaño público del alcalde, compartido con la ciudadanía vallartense, es un primer escarmiento para sus vástagos.


Es prioritario que así lo haga. Lo primero que debe asumir es el mando y entender que si cede a los caprichos de sus chuyines la responsabilidad será de él ya que, como se ha visto, todas las acciones de la actual administración han sido salpicadas por errores causados por la familia del munícipe.


Si fuera brillantes y se notara este texto no tendría caso. Pero los resultados están a la vista, lo que mal empieza mal acaba y el alcalde debe poner orden en su casa antes de tratar de ponerlo en la Presidencia.


Por otra parte, en lo particular me parece inconcebible que Salvador Llamas, quien se había mostrado como un operador político eficaz, con conexiones estatales y nacionales permita que lo que quiere que sea su escaparate a las grandes ligas de la política se destruya por las ambiciones vulgares de los Chuyines Micheladas.

Si Llamas quiere rescatar el gobierno que ayudó a instalar debe reforzar la orden que ya dio el alcalde de decir no a influyentismo y nepotismo.

Hoy ya restan 87 de los primeros cien días de gobierno y la verdad es que puras fallas de Luis Michel ocasionadas por su permisividad con los Chuyines y tampoco se ha visto la magia de Salvador Llamas por ningún lado.

Repito lo que mal empieza, mal acaba y esto, esto con el ayuntamiento de Vallarta va MUY mal.


Quizá el chilango zacatecano que ahora está en SEAPAL no es lo que vendió y si resulta incapaz de reforzar a Luis Michel ayudará también a destruir lo que pudo ser un gobierno que dejara un legado positivo.


Como nadie y como nunca Salvador Llamas tiene en este momento, una ventana que se está cerrando, la gran oportunidad de retomar ese papel de asesor eficaz y eficiente que tuvo durante la campaña y contribuir con Luis Michel a hacer a un lado las malas decisiones que están tomando los chuyines. Al tiempo.

Y ahora sí me despido de EL QUINTO PODER por un tiempo, reitero: Seguiré colaborando con SIEMPRE LIBRES. Gracias de nuevo a todas y todos por su atención.

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