No han sido buenos los últimos días del Gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez. Como pez de acuario de tianguis, las bocanadas de aire que toma cada vez tienen más pausas, lo han encerrado en una bolsa a la que no le entra el oxígeno y tiene sus facultades limitadas, sin hablar de eso que todos sabemos que sucede con los peces de los tianguis.
Con el argumento de refundar Jalisco llegó Alfaro al gobierno del Estado, nadie le entendió, ni siquiera él entendió, solo supo que debía aferrarse a algo similar a la mentada Cuarta Transformación de Morena nacional y persignarse esperando a que la gente le creyera, por fortuna tenía enfrente a Lomelí, un candidato visto a modo hacia afuera y como potencia entre las filas menos pensantes de Morena en el estado.
La última semana fue devastadora para Alfaro, se encerró para planear lo que tanto soñó y al salir a anunciarlo, le dieron con un tubo en la cabeza, enfriándole sus aspiraciones y exhibiéndole su propio gobierno como inútil, como fallido. Y es que se hizo acompañar por sus amigos de la infancia, de las filas como diputado, de sus compadres del PRI, del PAN, del PRD y luego de Movimiento Ciudadano, los amigos no le sirvieron y hoy sabe que Hugo Luna, por poner un ejemplo, fue el lastre más pesado para su carrera, y es que a Hugo lo escondieron para que operara desde lo oscuro la derrota del propio Alfaro.
Debilitado, obnubilado por su círculo más cercano, Alfaro creyó que sería un político potencia en la nación y que en el emecé lo elegirían como el líder en la contienda por la Presidencia de la República, que lo voltearían a ver en todos lados por su actitud que pretendía de ejecutivo y terminó siendo de altanero, prepotente, soberbio e irresponsable, para Dante Delgado, fundador y líder del Movimiento Ciudadano, hoy Alfaro ya no sirve para nada.
El resumen de las razones es simple, su secretario general, Enrique Ibarra Pedroza nunca funcionó como tal, de adentro hacia afuera, no le entendió o se dignó en obedecer órdenes de quién no pensó en el futuro, apantanando todo lo que políticamente se negociaba para planchar el futuro político del gobernador de Jalisco, se enclaustraron y centralizaron todo, en Jalisco no se les volvió a ver, excepto en los eventuchos en los que se entregaron premios y reconocimientos por una trayectoria vergonzosa de décadas en la función pública que más que orgullo, da rabia, coraje y que genera odio entre los ciudadanos, y es que Ibarra Pedroza presume sus casi 40 años mamando de alguno de los tantos erarios en los que le permitieron pegarse; allí está el resultado, no sirvió para nada su experiencia porque a Ibarra Pedroza no lo reconocen como líder en ninguna otra parte del país, ni siquiera en Veracruz. Sí, el segundo al mando después de Alfaro.
Hace unos días le preguntaba a un grupo de emecistas locales sobre el nombre de la Secretaria de Turismo del Estado, nadie supo contestar, nadie la conoce. En el municipio turísticamente más importante del Estado de Jalisco nadie conoce a la responsable de la promoción del destino en el estado, NADIE. Esa es otra piedra, la secretaria fue un cero a la izquierda desde el inicio de su gestión y cinco años después allí está el resultado, no le pudo ayudar a Alfaro a crecer en su carrera personal dentro de la política, le hundió sus aspiraciones por inútil.
De la secretaría de seguridad ni hablamos, Morena se ha cansado de manosearle la carriola y Alfaro somo continúa cantándole canciones de cuna a su secretario cinco años después.
Se dice que Hugo Luna, el brazo derecho de Alfaro y a quien tuvieron que esconder por razones de seguridad, controla desde abajo, para no entrar en detalles, no sirvió para nada, sus vacaciones durante los últimos cinco años solo abonaron a que Alfaro sea menos que un alcaldito de Nuevo León, muchísimo menos que Xochitl Gálvez y una basura para Dante Delgado.
Sus compañeros diputados de los que ni el nombre me sé, no se supo nunca nada, hicieron política hacia adentro y se despreocuparon hacia afuera porque, al parecer, Alfaro les ordenó callarse, no brillar, de ser así, el gobernador tiene la culpa, de no ser así, también, porque no supo operar con sus legisladores y, hablando de legisladores, aquí estuvo Clemente Castañeda hace unas semanas.
Clemente le puso los zapatos de cemento a Enrique Alfaro Ramírez, terminó con sus aspiraciones porque quizás pretende hundirlo para brillar, olvidándose que terminó brillando pero de pendejo. Clemente Castañeda se tardó cinco años en planear sus visitas, cuando vino a Vallarta no sabía ni cómo se llamaba y ninguneó a todos los que le ayudaron en la campaña para ser Senador, se le olvidó que la política se hace hacia afuera y que las negociaciones son otra cosa, se olvidaron de la gente. Hace unos días, Clemente contestó en una entrevista lo que sería la lápida para la carrera del ahora gobernador, refirió la posibilidad de que emecé se sumara con Xóchitl, pero olvidó que con ella viene el PRI, el PAN y el PRD que lejos de sumar, restan, la pendejada le costó todo al pelón de Casa Jalisco, lo pisoteó y lo avergonzó tanto, que Dante salió a ningunearlo, a hacerlo bolita y tirarlo a la basura, sin importar el pasado entre ambos, la disputa la empezó el imbécil de Clemente por una ocurrencia, por una idea sin analizar, por una larga carrera sin experiencia.
Con el tema planchado, Alfaro pensó en que sería fácil salir a la calle a pedir el voto de la gente para ser Presidente de la República, pero se le olvidaron algunas cosas, su cercanía con Morena Nacional, su ayuda a Morena Jalisco, su brazo derecho cargando al Partido Verde en Jalisco y que se metió al emecé entre las nalgas para terminar de asfixiarlo, sí, entre las nalgas de un gobernador se esfumó su partido en el estado. Dante vio siempre desde afuera el actuar de Alfaro, así como lo vimos todos los ciudadanos mientras la inseguridad nos apaleó, mientras el turismo se abandonó y el verificentro nos dio cachetada.
En la secretaría más importante para sus planes políticos colocó a Alberto Esquer, un sujeto a quien nadie reconoce porque se tardó 4 años en planear su estrategia, tuvo todos los recursos del gobierno del estado y lo hizo tan mal, que alcanzó apenas los 7 puntos en la última encuesta; olvidé decir que Clemente apenas llegó a los 14 puntos, incluso El Profe Michel con sus medicaciones y pendejadas lo rebasó en la medición, eso es vergonzoso y debería ser un aliciente para que Alfaro de deshaga de esos amigos que le destruyeron su carrera política.
Los gritos que Alfaro le propinó a la raza en su estado le estarán cobrando factura, le estarán haciendo eco durante las noches mientras intenta dormir.
Es tiempo todavía de revirar, de dar un golpe de timón y volver al origen, de deshacerse de todo eso que no le funcionó para pensar en el futuro, su legado, su honor y su historia. La lista de los desalmados que se aprovecharon de él aquí es corta, pero él conoce la más larga, la lista. Y es que a todos los políticos les gusta que se las resuman porque se entretuvieron en estupideces durante sus gobiernos.
La Refundación del Gobernador terminó siendo la Refundición de Enrique Alfaro Ramírez.
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