La agresión salvaje y cobarde contra Susana Carreño en Puerto Vallarta fue aprovechada por algunos políticos para aparecer y hacerse parecer solidarios con la terrible y vulnerable situación que viven no solos periodistas, sino todos los ciudadanos de este país.
Enrique Alfaro como Gobernador, El Profe Michel como alcalde y unos cuantos más, quienes a su cargo tienen el mando sus policías y tienen la obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos se han hecho patos o han demostrado ser más inútiles que sus mensajes de “apoyo” a la periodista.
No hay detenidos, no se ha encontrado la camioneta y al parecer, las líneas de investigación están más perdidas que la popularidad de los políticos en mención.
Para contrastar, se ha dicho que Jalisco es uno de los estados más seguros de Mexico, mientras que el gobierno actual de Puerto Vallarta no se ha cansado de presumir a este destino como uno de los más seguros de México, por lo que salta a la razón nuestra duda sobre su definición de seguridad, y es que quien anuncia por todos los aires este índice de percepción de seguridad, es un sujeto que se mueve por la ciudad con al menos 17 elementos de seguridad, allí la incongruencia.
La pregunta es, a qué le temen?
Tanta seguridad debe tener una razón, sobretodo cuando a los vallartenses nos corresponde pagar impuestos de dónde salen los salarios de estos soldados que le abren la puerta a un presidentito.
El caso de Susana es tan lamentable, como todos los ocurridos en contra de los ciudadanos, el asunto aquí es que Susana no se ha cansado de perseguir la verdad, de exhibir la razón de porqué suceden las cosas, es por ello que saltan más dudas sobre su caso, fue un ataque directo en contra de lo que durante más de 40 años ha hecho bien Susana Carreño o fue un caso “común” en el que un ciudadano fue víctima de la delincuencia que impera en este país y que se ha agravado por la situación económica por la que pasamos todos y que han orillado a la raza a buscar sustento, incluso a pesar de la vida de los inocentes, de lo material ni hablamos.
Justicia para Susana
Los argumentos de solidaridad de los políticos deberán darle certidumbre, no solo a este caso, sino a todos los que suceden todos los días en uno de los municipios más inseguros de Jalisco, Estados en el que sólo se garantiza la vulnerabilidad de sus ciudadanos ante la delincuencia.
Ánimo, Susana.
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