El síndrome de “Nuevo Vallarta” sigue en la mente del gobernador nayarita Miguel Ángel Navarro, que le dió desde que agarró las riendas de Nayarit.
Una de las primeras acciones del Jefe del Ejecutivo de Nayarit, fue cambiar el nombre de Nuevo Vallarta a Nuevo Nayarit. Muchos vecinos y de la iniciativa privada lo siguen conociendo como antes, pero es patética la forma como reclama don Miguel Ángel, algo que está muy lejos de la realidad.
Lo primero que debe de entender es que Nuevo Vallarta o Nuevo Nayarit, es lo mismo. No hay guerra de egos entre Puerto Vallarta y ahora Nuevo Nayarit, y no se entiende el gran progreso que ha tenido primero Nuevo Vallarta y ahora Nuevo Nayarit, sin Puerto Vallarta, por más que don Miguel Ángel vea moros con tranchetes, su progreso se lo debe a Puerto Vallarta.
El progreso ha sido hermanado, siempre han ido de la mano ambos destinos por lo que no se entiende la letanía del gobernador nayarita.
Menos que en una reunión a la que asistió el alcalde electo Luis Ernesto Munguía González, haya sacado a relucir Miguel Ángel Navarro, ese tema que solo está en su cabeza y no es cosa de gobiernos, o al menos de los alcaldes vallartenses que no tienen ningún problema en como se llame el vecino lugar.
Y es que en el cambio de gobierno municipal de Badeba Navarro Quintero sacó nuevamente el tema con argumentos pueriles como el que el cambio de nombre fue para “dignificar el destino y elevar la autoestima de los nayaritas que anteriormente estaba apagada”
Esto como se dice popularmente es una jalada, que es extraño que lo diga el gobernador, cuando debe de mejorar las relaciones entre ambos destinos que siempre han estado unidos.
Por eso se entiende la actitud de Luis Ernesto Munguía de hacer caso omiso de las palabras de don Miguel Ángel. Con ello pergeñó lo que será como gobernante de Puerto Vallarta, de políticas abiertas y tolerantes.
LA “MARCHA EN DEFENSA DE JALISCO”
Según cálculos serán más de 30 mil personas (algo así como los que fueron al
“Grito” aquí en Puerto Vallarta según Protección Civil) las que tomarán parte en la “Marcha en la defensa de Jalisco”, que se realizará el próximo domingo en Guadalajara.
El objetivo es exigir que se respete el triunfo de Pablo Lemus, en el que ganó gubernatura, y los de Morena quieren hacer tablas.
Y pues a quíen le dan pan que llore, Pablo Lemus se mostró contento y complacido ante la reacción de la ciudadanía, en donde se han enlistado Coparmex Jalisco y más de 200 agrupaciones civiles, que no están de acuerdo con el trato que le dan al alcalde con licencia de Guadalajara, que tras de ganar con cerca de 200 mil votos de diferencia sobre el segundo lugar, la candidata de Morena Claudia Delgadillo y su equipo legal. El caso es que le siguen tirando de pedradas a la luna y no entienden que ya perdieron.
Lemus se pronunció sobre la marcha y aseveró que no hay razones jurídicas en la impugnación que presentó Morena sobre su triunfo, presiones políticas sí, y muchas.
Festejó que la ciudadanía tome la bandera de defensa de la jornada electoral del 2 de junio, no solamente de Jalisco, también de Guadalajara, desestimando las presiones políticas, para que alguien busque cambiar la voluntad de los jaliscienses.
Lemus externó su confianza en el Tribunal Electoral, que ha recibido presiones de Morena, motivo de la marcha del 22 de septiembre. Y no solo eso, sino que Lemus hasta le dio por presumir, que se las cantó que vendrán muchísimas movilizaciones en defensa de Jalisco, en beneficio de los equilibrios democráticos del país.
Y soltó una frase que por sí sola ilustra el estado de ánimo de Lemus “lo que más le conviene al país, y a la propia doctora Sheinbaum, es que el triunfo de Jalisco se confirme, porque es respetar la voluntad de las y los jaliscienses”.
ALFARO DICE QUE ES “TERRIBLE” ANULACIÓN DE GOBERNADOR Y GUADALAJARA POR POLÍTICAS
Por su parte el gobernador. Alfaro no se anduvo por las ramas y calificó de “grave e inadmisible error” si los magistrados electorales federales anularan por cuestiones política y no hace valer la ley o no respetan la voluntad de los jaliscienses de las elecciones de gobernador de Jalisco, y las alcaldías de Guadalajara y Tlajomulco, que impugnó Morena.
Dijo Alfaro que sería profundamente irresponsable socavar la voluntad popular, sería algo terrible, inadmisible, “así de claro y yo sigo creyendo en las instituciones que todos construimos para fortalecer un régimen emocratico muy lastimado, golpeado, sacudido pero tienen ellos la responsabilidad, cuando menos espero hagan bien su trabajo”
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