Luego de diez días de permanecer en el anfiteatro forense, finalmente familiares de Don Nacho, vecino de Las Mojoneras, reclamaron su cadáver y le dieron cristiana sepultura. Ya descansa en Paz.

Se trata del señor Ignacio Ramos Cortes de 60 años de edad, originario del Estado de Guerrero, quien llegó a vivir a Puerto Vallarta desde hace aproximadamente tres lustros, en busca de mejores oportunidades, pero la suerte no le favoreció, se enfrasco en los vicios y murió haciendo lo que más le gustaba: tomando mezcal.

Sobre su muerte, se dio a conocer que el pasado 2 de agosto, Don nacho como era ampliamente conocido en Mojoneras, se encontraba junto con otros amigos en la plaza principal de esa demarcación tomando mezcal. Alrededor de las diez de la noche, decidió retirarse para ir a descansar a su casa pero al ir caminando junto a las jardineras, de pronto se desplomó y quedó fulminado en el piso.
Sus compañeros de farra, al ver lo ocurrió se aproximaron tan pronto como pudieron (se caían de borrachos) y al notar que no respondía, pidieron ayuda de los vecinos, quienes de inmediato solicitaron una ambulancia.
Al sitio acudieron paramédicos de Bomberos, quienes al tratar de brindar ayuda a la persona, se dieron cuenta que no contaba con signos vitales, pues habría muerto de un infarto fulminante.
Por lo anterior, en el sitio se presentaron elementos de la Policía Municipal, de la Fiscalía Regional y peritos del Instituto jalisciense de Ciencias Forenses, quienes se encargaron de realizar las diligencias correspondientes y trasladar el cadáver al anfiteatro del SEMEFO.
Por su parte, agentes investigadores se encargaron de localizar, a través de los amigos de Don Ignacio, a sus familiares, mismos que ayer llegaron a Puerto Vallarta, procedentes de Guerrero para realizar los trámites de ley y trasladar los restos a su lugar de origen y darle cristiana sepultura.
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