*El Dramaturgo Estadounidense imaginó la historia fundadora de la Ciudad en Barcelona.
Por si alguien duda de la importancia de la creación literaria aquí en la región tenemos el ejemplo de "La Noche de la Iguana". La película cuya producción puso en el mapa a Puerto Vallarta.
"La Noche…" nació como un cuento corto publicado por el ya afamado escritor, guionista y dramaturgo estadounidense Tennessee Williams en 1948.
Según los apuntes biográficos de Williams, el argumento fue concebido en Acapulco aunque el autor lo adaptó a Puerto Vallarta tras una exitosa presentación como obra de teatro en Broadway para dar paso al argumento de la película homónima.
A pesar de que "La Noche de la Iguana" fue originalmente acapulqueña, Williams tuvo una larga relación con Puerto Vallarta incluso como consultor del director John Huston, la poderosa historia, el escándalo que rodeo la filmación y las actuaciones de su elenco lograron el premio Oscar como mejor película.
Antes de escribir la historia que detonó el crecimiento de Vallarta, Williams llegó a México por barco desde Barcelona. Desembarcó en Veracruz y antes de dirigirse al Pacífico se detuvo en la capital. Visitó, “el Bar Tenampa, San Juan de Letrán, Los jardines flotantes de Xochimilco, el palacio de Maximiliano, la capillita nostálgica de la demente Carlota, Nuestra Señora de Guadalupe, el monumento a Juárez, las reliquias de la civilización azteca, la espada de Cortés, el penacho de Moctezuma” y los murales de Diego Rivera, como lo plasmaría.
"Tennessee" se empapó de la cultura mexicana y ya en Acapulco, entre hamacas, albercas, alcohol y conversaciones con otros amigos escritores –como Andrew Gun y la pareja Bowles, Jane y Paul–, Tennessee obtuvo varias ideas e imágenes narrativas que posteriormente desarrollará en dos de sus obras más representativas: Camino Real y La noche de la iguana. Esta última quizá sea la que más alude a México, particularmente a Acapulco.
Comienza: “La acción transcurre en el verano de 1940, en un hotel bastante rústico y bohemio situado sobre una montaña, que se eleva desde ‘La caleta’, la ‘Playa matutina’ de Puerto Barrio”.
Cuatro son las obras en las que Tennessee hace constantes, entusiastas y a veces acerbas y prejuiciosas referencias a nuestro país: Camino real (1953), Un tranvía llamado deseo (1947), Summer and Smoke (1948) y La noche de la iguana (1948).
Aunque el primer texto que publicó sobre su estancia en México fue un breve poema intitulado “El cristo de Guadalajara”, fechado en 1941:
El tiempo es un trueno que se arrastra
de aguas subterráneas,
mientras en lo alto de la cubierta abovedada
las campanas empiezan a sonar.
El Cristo de Guadalajara
no puede velar ni dormir.
Los ángeles revolotean sobre Él
para atrapar sus aleteantes palabras.
Él murmura amor y amor,
Los ángeles contestan muerte,
Y la estremecedora quietud entre ellos
es la respiración de Santa María.
Williams regresó a México en 1945 y se instaló en el lago de Chapala –a la manera de D. H. Lawrence– donde escribió parte de Un tranvía llamado deseo y Summer and Smoke, título probablemente inspirado en un poema de Crane.
Los críticos afirman que el "estilo decadente y su método de escritura llamada “sicológico-realista” influenció y marcó a toda una generación de dramaturgos mexicanos entre 1950 y 1960, entre los que destacan Hugo Argüelles, Emilio Carballido, Sergio Magaña y Luisa Josefina Hernández".
En diversas publicaciones que promueven el turismo inclusivo se coloca a Williams, además de ser el creador de una obra que hizo crecer esta ciudad como el primero o uno de los primeros promotores del turismo de la comunidad LGBTTIQ, sector que ahora representa uno de los principales flujos de divisas a la región.
Tennessee Williams murió el 25 de febrero de 1983, en su suite del Hotel Elyseé, en Nueva York.
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