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  • Verónica Díaz Rodríguez

Terror en el Palenque


Momentos de miedo y angustia vivieron vecinos de la agencia municipal Playa Grande, tras registrarse una balacera en el palenque de gallos, en la que un hombre murió y al menos cinco más resultaron lesionados.


Los hechos ocurrieron alrededor de las 01:30 horas de ayer, cuando los habitantes de Playa Grande descansaban en sus domicilios y de pronto, los gritos de terror y los disparos de bala los despertaron, arrebatándoles su tranquilidad.

Nadie se atrevió a salir para ver lo que pasaba, pero desde su ventana escuchaban el correr de personas y los gritos de otras pidiendo que llamaran una ambulancia, lo que hizo suponer que habría ocurrido una tragedia en el palenque, donde cada fin de semana se celebraban peleas de gallos.


A decir de los testigos, el altercado se registró en las gradas del palenque, cuando estaba una de las peleas de gallos y en eso, su atención se desvió, debido a que varios hombres discutían y de pronto salió a relucir una pistola.

Los disparos los hicieron correr hacia la salida del recinto para ponerse a salvo, pero en el trayecto y en medio de la confusión y el pánico, alcanzaron a ver a un hombre herido que era cargado por su hijo adolescente, quien trataba de sacarlo del lugar para ir en busca de una ambulancia, mientras que otras personas más, también se encontraban con impactos de bala.


Conforme pasaban los minutos, fueron llegando ambulancias de Bomberos y Cruz Roja, así como patrullas de la Policía Municipal, Estatal y de la Guardia Nacional, cuyos agentes, en medio de la confusión, trataban de indagar sobre las personas heridas.

En la calle, encontraron a un hombre joven, quien se encontraba tirado y sin poder moverse, por lo que rápidamente los paramédicos le brindaron auxilio.

La persona dijo llamarse Adrián González de 42 años, quien presenta herida en brazo izquierdo y pierna quien fue llevado a la clínica 42 del Seguro Social.

Enseguida los paramédicos atendieron a un hombre identificado como Alejandro Bravo, quien era cargado por su hijo Eduardo de 17 años, el cual presentaba varios impactos de bala y ya no contaba con signos vitales.


Otros dos heridos fueron identificados como Genaro Espinoza de 72 años, quien presentaba herida en tobillo izquierdo y lo trasladaron a la clínica 42 del Seguro Social; mientras que Jaime Mora de 60 años, resultó con un impacto en la mano izquierda, otro en el brazo del mismo lado y uno más en el pecho del lado izquierdo, siendo trasladado al hospital Regional.

Posteriormente se dio a conocer que a la Cruz Roja llegaron dos hombres heridos de bala, que habían acudido por sus propios medios a recibir atención médica.

Mientras esto ocurría, numerosas unidades de la Guardia Nacional en coordinación con autoridades municipales y estatales realizaban un fuerte despliegue por varias zonas del municipio en busca de los participantes en la balacera. Aunque era una búsqueda a ciegas, ya que de los testigos, nadie aportó información respecto de características o los vehículos en los que se dieron a la fuga.

Una vez que las cosas se calmaron y la zona fue desalojada del resto de los asistentes a las peleas de gallos, las autoridades comenzaron con los protocolos correspondientes, se hizo cierre total del camino a Playa Grande y se iniciaron con las diligencias por parte de las autoridades ministeriales.

Durante las diligencias, en el sitio fueron localizados 14 cascajos de bala calibre 9 milímetros, es decir, el abastecimiento completo del cargador del arma de fuego. Así mismo se aseguraron otros indicios que ayudarán al esclarecimiento de los hechos.

Pasadas las cinco de la mañana, las diligencias en el palenque continuaban y una vez que se dio por concluido el trabajo de los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, el lugar fue clausurado por personal de Reglamentos y asegurado por la Fiscalía Regional, por lo que permanece custodiado por policías.

En cuanto al cuerpo sin vida, éste fue identificado como Sergio Alejandro Bravo Rodríguez de 32 años, empresario, vecino de la población El Tuito, Cabo Corrientes, y fue trasladado al anfiteatro del SEMEFO donde se le realizaría la necropsia de ley, en tanto que el menor de edad, hijo de la víctima, quedó a disposición de Trabajo Social de la Fiscalía, hasta que acudan familiares a realizar los trámites de ley.

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