TORTUGUISMO en la VENTANILLA ÚNICA de BadeBa
- Héctor Colín
- 6 may
- 2 Min. de lectura

La incompetencia y la ociosidad juntas son una combinación muy mala para un gobierno que pretende brillar con buenas intenciones.
Llamada “Ventanilla Única” la locación en la que se concentran las peticiones y tramitología de los que impulsan el desarrollo de Bahía de Banderas, los comerciantes, empresarios que, con el sentido de la formalidad intacta tienen que lidiar con los funcionarios del mañana… mañana está listo, mañana le llamamos, mañana lo terminamos, vuelva mañana, mañana si está el encargado.
Como cuello de botella, la ventanilla depende del humor de los encargados y de su capacidad para resolver lo que no está en sus manos, sino en las manos de los que no se ven, los que están dentro de la oficina aplaudiendo por un cumpleaños que se festeja mientras los ciudadanos esperan turno para resolver “algo” relacionado con un trámite que significa FORMALIDAD.
Protección Civil del municipio se ha etiquetado como unas de las dependencias que “obstaculizan” conscientemente los trámites de los ciudadanos con el objetivo connotativo de hacerse de una propinita.
La era de la huevonada y las culpas. El sistema de trámites depende siempre de un recurso humano distraído en la “socialité” y la mamonería y no en lo que se debe hacer. En la Ventanilla Única hay un sujeto que vive frustrado por ser quien recibe las quejas de los ciudadanos que damos vueltas y vueltas para resolver lo que siempre se atora. Ofendido por su posición de recepcionista de quejas, El Profe es una mosquita muerta atrapada en el cuerpo de un sujeto que despacha siempre con el mismo argumento -“mañana le llamamos”; se sabe que nunca sucederá.
Como hormigas en salpicadero, como si lo que hacen estuviera mal o fuera ilegal, los funcionarios de la ventanilla única se ofenden con las fotografías y hacen uso de la policía para amedrentar a quien reclama atención en una OFICINA PÚBLICA de un gobierno municipal.
Ofendidito El Profe y a voz baja respinga, -“Si tuviera 30 años menos, me saldría contigo a rompernos la madre”. Y no le respondas alto porque le llama al policía que merodea por ahí mientras espera su rebanada de pastel.
Héctor Santana ha entendido todo con su pueblo, disfruta su gobierno por el reconocimiento público de quienes lo respaldaron para ser alcalde, y ha sido atento con la forma de funcionar de sus colaboradores. Ojo aquí, la promesa de 2,000 licencias municipales en noviembre del año pasado no se cumplió y se ha quedado mal con emprendedores que tienen como único objetivo ayudar al desarrollo del municipio que Santana Gobierna.
Comments