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  • Héctor Colín

El Profe Michel Amansa Enanos

José Luis Pelayo Barraza es el enemigo en casa…



Le responde a Bruno Blancas y le apagó el teléfono al alcalde para no pelarlo y debilitarlo políticamente.

El viernes pasado, el nuevo director de Inspección y Reglamentos del municipio mostró públicamente su etiqueta de rebelde al gobierno que le dio la oportunidad de trascender. Le mordió la mano al Alcalde Michel.


En la vida política como en la profesional, hay que estar preparado para ganar y para perder. La derrota obliga a las personas a reconfigurarse, a reestructurar las prioridades y volver a empezar, desde cero si es necesario; el triunfo resulta ser más complicado porque reclama disciplina, humildad, serenidad y empatía, es difícil porque no son cualidades que se desarrollan de la noche a la mañana y no son aptitudes que se disfruten.



La necedad política de algunos morenistas de la nueva administración nunca tuvo sentido, lo que provocó la referencia a un refrán en el que se habla de un sujeto que compró enanos para un número de circo y estrepitosamente le crecieron, volviéndose inservibles y ridiculizando al dueño de la carpa. Así le sucedió al Profe Michel, que por cumplir con los compromisos que hizo con los que le ayudaron aplaudiendo en sus eventos, ondearon banderas y pegaron calcas durante su campaña, les dio chamba, sin considerar la preparación profesional o la inteligencia emocional de quienes hoy tienen responsabilidades importantes dentro del gobierno de Puerto Vallarta.


El viernes pasado, después de un par de días de planear el “ataque”, el jefe de Reglamentos de Puerto Vallarta, comisionó a un pequeño grupo de sus inspectores para caerle específicamente a un negocio denominado Lobster House en el pleno corazón de Puerto Vallarta, allí en el malecón, donde todo se ve y se siente para la imagen de este destino turístico, la consigna era clausurar sin importar absolutamente nada.



Los comensales dicen que antes de aprovechar su cena, al lugar arribó un pequeño grupo de inspectores con el uniforme percudido y claramente avergonzados porque al parecer tenían la consigna de clausurar el lugar por la ausencia de un permiso o licencia de funcionamiento, la gravedad del asunto fue que los inspectores tenían la orden de clausurar el lugar aunque los clientes se encontraran dentro del establecimiento. ¿En qué pinche pendeja cabeza cabe dar la orden de clausurar un lugar con sellos en la puerta cuando dentro de este se encuentran todavía las personas?, pues si, en la cabeza del pendejete que colocaron como director en Inspección y Reglamentos después de haber sido nadie durante lo que va de su existencia. El dueño afectado era quien le daba trabajo a Pepe Martínez, el regidor más cercano de Luis Michel antes de ser alcalde, Fernando Pulido es dueño de al menos 5 negocios más dedicados a la “restauranteada”, lo que significa que ese simple sujeto al que fueron a ningunear le da trabajo a un centenar de familias que viven al día después de la violenta pandemia que apaleó a los negocios de este destino. Evidentemente, la situación de estos negocios requirió de una reestructuración financiera para hacer frente a la situación y no dejar sin trabajo a esas familias, lo que evidentemente no entiende un sujeto como Pelayo Barraza y quien tampoco tuvo el valor de pararse en el operativo que le ordenó Bruno Blancas, su jefe en secreto que necesita molestar a Michel. En el recorrido se llevaron entre las patas a Benjamín Zermeño, dueño del Paradise Burger y quien tiene años aguantando la situación lamentable que han generado las administraciones pasadas con su falta de tacto y conocimiento en la promoción del destino.



Pelayo Barraza dio la orden de clausurar a pesar de cualquier cosa, incluso de encerrar a los turistas, ignorando el reglamento que señala de antemano un apercibimiento al lugar para después concluir con la clausura en caso de no subsanarse la observación. El escándalo se regó, Pepe Martínez intentó ayudar a su amigo sin lograrlo, las llamadas de apoyo no se detuvieron hasta que Pelayo Barraza, subordinado del Profe Michel e incondicional de Bruno Blancas apagó su teléfono como un cobarde, insubordinado y desobediente.


El Profe Michel le marcó hasta el cansancio sin lograr nada, el teléfono apagado de Pelayo Barraza evidenciaba su indisciplina. El jefe de reglamentos logró ridiculizar al alcalde restándole autoridad y abusar también de sus colaboradores.


Ignacio Abarca fue quien lideró el “operativo” para satirizar la historia del nuevo alcalde y darle gusto a jefe Pelayo Barraza, hoy está avergonzado por la pendejada que lo obligaron a hacer por el sueldo que le pagan.


Los abusos del jefe de reglamentos recorren los pasillos y sus colaboradores ya se imaginan dándole patadas a su jefe por los abusos de autoridad que hace caer sobre ellos por la cobardía que lo caracteriza.


Pelayo Barraza no paró allí, su idea era clausurar al menos 4 negocios más en el malecón, en pleno viernes y a las 8 de la noche, imagínese usted esa postal para Puerto Vallarta.


El Profe Michel abrió un frente con quienes deberían ser sus aliados, hoy, el “enemigo” también es Octavio Altamirano, dueño de Antromex y quien ha sido atacado por Pelayo Barraza en todos sus establecimientos, se dice que Pelayo mandó “ALV” a Octavio a nombre de Michel mientras le responde al Diputado Bruno Blancas. La situación obligará al alcalde a agachar la cabeza y disculparse y resarcir las relaciones entre el Gobierno y la Iniciativa Privada, todo por el pendejete de Pelayo al que intentó ayudar.



Luis Alberto Michel como alcalde tiene hoy una tarea difícil pero relevante, permitir que José Luis Pelayo Barraza continúe ridiculizándolo a él y a su gobierno, enemistándose con los empresarios, acechando a todo lo que parezca un negocio mediante la presión y lo que parece más una “extorsión” que un procedimiento administrativo de Inspección y Reglamentos.


El alcalde no cede a la presión, en vano no han pasado los años que se le notan en el rostro y su buena voluntad le permite hoy analizar hacia dónde va su gobierno y retomar el rumbo dejando caer sobre la borda todo lo que no le sirve, sobretodo porque son personajes que responden a actores políticos que quieren ver fracasar a Luis Michel.


Hoy se tejerá fino en la oficina de la alcaldía, el enemigo en casa ha sido identificado y sólo queda cortar el cordón y recuperar la confianza de quienes han sido víctimas del plan perverso de Bruno Blancas utilizando al más melolengo de sus aliados.

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