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  • Héctor Colín

A Seapal "no le Sube el Agua al Tinaco"


Existe un dicho muy utilizado en nuestro mundo de los mortales que vivimos con tres pesos, en el barrio decimos que a alguien “no le sube el agua al tinaco” refiriéndonos a una persona que no razona de manera lógica, un loquito que no tiene pensamiento racional, que no se le da nada y no le pega a ni una.


Esta vez, abusando del dicho, no hablaré del alcalde, de quien se dice siempre algo similar porque parece que no le llega “agua al tinaco”, y ha sido más que evidente que su distracción pudiera relacionarse con un diagnóstico clínico conocido últimamente por el pueblo como “Afasia”, que no es más que un trastorno que puede causar problemas con destrezas como la expresión, la comprensión, la lectura y la escritura. Existe incluso un documento que pudiera compartir con ustedes para aclarar mi punto, pero para hacerlo más sencillo, les explicaré con pocas manzanas. Este trastorno es parte del espectro degenerativo cerebral de los adultos mayores (¿les suena?) y es un deterioro cognoscitivo. Pero ese no es el punto de hoy.


Pero las CRIBAS son in peligro, dicen.

La llegada de Salvador Llamas Urbina a la dirección del Seapal dio mucho de que hablar y de qué entretenernos desde el primer día, y es que el primer error fue deshacerse de los técnicos del agua que catalogó como miembros de lo que él llamó “el Cártel del Agua”, porque al parecer quiso ocupar esos lugares con unos “compas” suyos que lo acompañaron desde ciudades lejanas a Puerto Vallarta, por lo que el conocimiento de estos sujetos quedó en duda y con el tiempo se aclaró, no sirven para una chingada.


Y ecología???

Al parecer, el nuevo sujeto encargado de la “producción” de agua del Seapal viene de Morelia y no tiene ni idea de lo que debe hacer, esa es una de las razones por las que desde el primer día de Llamas en el Seapal se notó la falta de agua como si hubiera desaparecido ele vital líquido, lo que no significa que no hubiera, sino que no supieron de dónde o cómo sacarla porque el güey que lo hizo bien durante treinta años fue corrido a patadas. Exhibida la pendejada del melolengo de la producción del agua del Seapal, la opción “razonable” para la dirección del Seapal fue contratar a unos “expertos” de una universidad de Israel que vinieron a pasearse (con escoltas, obviamente), fueron a ver las instalaciones y se dice que lo menos irrisorio que hicieron fue llegar a oler la tierra alrededor del pozo radial, por lo que claramente no sabían ni qué chingados hacer para venderle espejitos a Llamas y justificar su contratación que, al final, tampoco sirvió para una chingada.


Acto seguido, culparon a las cribadoras, las particulares, no las de Vidanta que desmadraron el cauce del rio, la desembocadura y todo lo que había en medio, incluyendo los terrenos con los que los Cuevas se hacen pendejitos. Una vez que según ellos hallaron a su culpable, los hostigaron, los amenazaron con la policía armada, con la invasión de las tierras de los particulares, con spots de radio que los culpan por la ausencia del agua y al final, no fueron ellos los culpables, por lo que ahora, al Seapal solo le tocaría agachar la cabeza y disculparse por su otra violenta pendejada.

Después de 100 millones, nos quedamos sin agua.

La soberbia de Salvador Llamas quedará a prueba hoy lunes, y es que desde hace un par de semanas que empezaron la guerra contra los criberos, definieron como una estrategia paralela la inversión en la construcción de unos gaviones que, según los expertos del Seapal, servirían como represa para contener el agua y permitir que los radiales del pozo pudieran captar más agua, sí, gaviones, sin considerar el caudal del Ameca y los huevos que siempre ha tenido como el río más importante para Puerto Vallarta y Bahía de Banderas. Se les fugó el agua.


El fin de semana pasado, entre los múltiples chismes que me llegan, venía uno relacionado con la policía, otro de la supuesta extorsión a los constructores de la iniciativa privada, uno. sobre una supuesta alianza entre Llamas y Luis Munguía por la pendeja revocación de mandato del melolengo de AMLO y la más entretenida con la obra que anunció el Seapal con un costo de 100 millones de pesos, esta, no incluía el mantenimiento de los radiales, sino solo la construcción de una represa que hasta eso, se construyó bien, pero que no sería la solución a la baja de producción del agua en el pozo radial, y es que la base de los gaviones tuvo una filtración, tan severa que toda el agua se fugó, dejando al pozo sin el agua que planeaban tener a cambio de la millonaria inversión que también se la llevó la corriente del Ameca, caso que casualmente se relaciona con un supuesto desvió de lana que ya se planea para el año que viene. Entonces, no fueron los criberos, porque durante la captación de agua de la “represa”, yo continué sin agua en mi casa, quizás usted experimentó lo mismo y entonces, Salvador Llamas tendrá que disculparse con las personas a las que señaló como culpables y eso solo sin considerar el daño que les causó con el señalamiento.


Otro punto, otra pendejada.


Vas a construir una represa, no tienes dinero y te peleas con los que tienen maquinaria, personal y la inteligencia suficiente para colaborar, incluso gratis con el Seapal para abonar en la solución del problema que tiene en jaque a todos los vallartenses. Con este argumento, podríamos pensar que el pleito fue a propósito para poder echar mano libremente del recurso de la obra para al final, darse cuenta de que no sirvió para nada.


Si mi vecino tiene una escalera y yo necesito una escalera, es una PENDEJADA que yo me pelee con él para luego tener que comprar una escalera.


La represa no fue la solución.

Las armas y amenazas tampoco fueron la solución. A estas alturas, me quedan un par de dudas, la primera está relacionada con las credenciales de los nuevos técnicos del Seapal, cual es su preparación y su experiencia para haberles delegado una responsabilidad tan importante como la que tienen hoy en su empleo del Seapal, pero, si el director no exhibe esa información primero, pues obviamente no la tendremos de sus achichincles; la segunda duda que me brinca, sería el método de licitación de las obras, del Seapal, pero también del ayuntamiento, porque un proyecto de ese tamaño debería ser público y no polarizado para abonar en la creación de chismes. Pero si la melolenga de Roa no ha sabido cómo imprimir una gaceta municipal, pues qué podemos esperar de la especialización que requiere la documentación que le daría legitimidad a las obras públicas.


Regresando al punto, a la raza del Seapal no le sube el agua al tinaco, son inútiles y no sabemos nada de su experiencia, por lo que los problemas para bañarnos, lavar los trastes y regar las plantas será un dolor de cabeza tan duradero como la gestión vergonzosa del Profe Michel.


¿Y Ecología?


Ya pa irme, dentro de la alberquita del Pozo Radial se encuentran un par de cocodrilos que se pasean libremente por la zona, no existe un solo señalamiento que advierta a los bañistas del peligro, no existe ninguna valoración de la dirección de Ecología del ayuntamiento para advertir al Seapal sobre el impacto ecológico de la obra que realizó, por lo que, al parecer, los de Ecología solo se hacen los valientes con los que no son sus jefes, con los que no deberían y omiten hacer su chamba para no ser corridos de sus chambitas de tres pesos.


Los cocodrilos del Seapal será un gran tema para los próximos días.


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