La cuenta del réferi se acerca al diez para cantarle el “nocaut” al presidente, en la lona se encuentra uno de los luchadores, de nombre Luis Vicente Michel Rodríguez, en la otra esquina van a decir que estoy yo, pero no me gusta pelear y no estoy en contra del presidente, pero podría tranquila e inocentemente colocar en la otra esquina al pueblo de Puerto Vallarta, pero al parecer, dentro del cuadrilátero, en la esquina contraria al alcalde se encuentra su propio equipo, parándole una madriza marca diablo que lo ha mantenido en la lona los últimos rounds del principio de una larga pelea de exhibición.
Vuelto un costal de papas, el alcalde tiene en su esquina unos sujetos esperándolo con el banquillo forrado en piel, el agua Fiji, la desvenlafaxina, el hielo para los moretones, la toalla para el sudor y las porras cristianas, en el público estoy yo, tratando de entender para poderle explicar a mis tres miembros de la audiencia lo que sucede en el ring. Michel porta unos Cleto Reyes nuevos, sin usar, sin arrugas, mientras que el oponente trae un bate con clavos, unos alpine con el casquillo expuesto, se echaron la gorra hacia atrás y se taparon el rostro con un paliacate, el oponente golpea por la espalda y por debajo del calzoncillo, sacan la mano e intercambian el turno con un luchador nuevo y fresco como en la libre y sin respetar la regla del box. Michel no halla por dónde lo madrean todos los días y supone que una reunión con la Prensa para regalarles una batería inservible le funcionará a él para aplanar el camino de su gestión. ERROR.
Sobre la lona hay sangre como de diez peleas y veinte sujetos, lo extraño es que la lona es nueva y es la primera pelea de la temporada, la sangre es del pugilista que no sale del suelo, que estrella su cara en las cuerdas, en la cámara de los fotógrafos, se abraza del réferi y trata de correr en círculos para no ser golpeado por los que ahora son sus contrincantes y que se subieron al cuadrilátero como sus aliados.
Desde el arranque del segundo round hay sangre, dientes, cabello, sudor y otros fluidos tirados por el cuadro, el peleador local no se rinde, aunque lo medita para si mismo mientras camina el trayecto de la madriza a las porras de su esquina, lo reaniman de vez en cuando para distraerlo con la muchacha del letrero que lleva el número del round; Michel pensó en una pelea a 12 rounds, pero serán al menos 36, sin considerar la resaca que se llevará una vez que abandone la pelea, por “nocaut” técnico o por que la campana lo ha salvado.
Los calzoncillos ya se le caen solos, de lo aguados, eran estratégicamente guindas para camuflar la sangre y no alarmar a la porra que todavía vitorea a Michel porque les regalaron los boletos, las palomitas y el agua de Jamaica.
Los rivales los paga él, por lo que parece un seppuku moderno, con cuchillo de mantequilla y mucho público, sin honor y con triste resignación. Si usted no sabe qué es seppuku, lárguese de aquí.
Decía que el sueldo de los rivales los paga él, aunque dicen que fue el hijo, pero en realidad los pagamos nosotros, así que al final de cuentas está bien, que me cobren más para pagar a esos empleados que le hacen la vida imposible al alcalde y nos divierten todos los días.
Los empleados de Luis Miguel Michel Rodríguez le están haciendo mucho daño a su gobierno y no se ve el momento en el que empiece a dar señales de amor a Vallarta, exponiendo a las rémoras inútiles y descabezando las causas negativas para Puerto Vallarta.
De nada le sirvió el desayunito de huevitos con la prensa ayer, porque la putiza que le pusieron en las redes no se puede esconder con nada más que con eficacia en el trabajo, la gestión del responsable de los Michel debe ser reestructurada para evitar caer vergonzosamente a la lona una y otra vez, aunque a Salvador Llamas le guste eso porque desgasta al alcalde y empodera al director del Seapal (apuesto a que no lo pensaron en el desayunito) y menos durante los besos.
Los que nos dedicamos a esto, hablamos de vez en cuando de algo llamado BLINDAJE SOCIAL, esto quiere decir que tu reputación es la mejor defensa a lo que la gente pudiera decir de ti, cierto o no, tus antecedentes conocidos te defenderán sin que tengas que decir nada.
Hoy, los negativos de Michel Rodríguez son más que los positivos; eso se convertirá en una imparable bola de nieve. Los constantes errores de su equipo de colaboradores y la ausente estrategia de comunicación para contener la madriza se han vuelto un pan de todos los días, por lo que la información negativa, cierta o no, hoy es creíble. Espero que la Jesús Roa esté tomando nota, porque algún día tendrá que presentar su examen final.
Lo emocionante de esto, es que las malas noticias corren más rápido y llegan más profundo que las buenas y, como no hay buenas con Michel, pues Roa tendrá que dejarse las uñas largas para poder rascarse hasta entenderlo.
El Uppercut
Ayer, mediante una denuncia en redes sociales, se evidenció a un sujeto de apellido Melchor, quien supuestamente se atrevió a golpear salvajemente a una mujer, a quien le rompió la nariz y dejó como “santocristo” (el profe entenderá la analogía). Se dijeron muchas cosas al respecto pero ninguna justifica la agresión a golpes y mucho menos a una mujer, el problema se agravó para el profe cuando todos nos enteramos que el agresor es su empleado de confianza, que las feministas le advirtieron sobre una denuncia previa por violencia, pero para acabarla de zurrar, el cargo dentro del gobiernito de este machito es en el DIF, con la esposa del presidente, de los que se echa el padre nuestro todas las mañanas junto a la primera dama y, para colocarle la cereza al pastel, el Melchor Rodríguez está encargado del área jurídica del DIF, en donde se “defiende” a las mujeres maltratadas. Haré una pausa… jajajajjajajajajajajajajajaa. NO MAMEN.
Ya pasó, ya se fue la risa de nervios porque no me gustaría estar en la cabeza del Luis Ignacio Michel Rodríguez. Ayer me platicaron que al parecer, el sujeto dejó el puesto los últimos días del año pasado, pero como en el DIF esconden toda la información que por ley debería ser pública, pues no me consta y en este momento, para mi y para la raza este sujeto o le responde a Michel o le responde a la señora Jesús del DIF.
Para el Profe Michel, es tiempo de tomar aire y ganarse medio aplauso, por eso, de maestro a profe, le sugiero que presente públicamente la separación del cargo del sujeto, condene la acción y se inicie una campaña, no para limpiar su pésima imagen (del alcalde), sino para sumarse a la lucha contra la NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. No hay pretexto y la cuenta regresiva condenará su gestión sin haber cumplido siquiera los cien días.
Pero allí no para el show, mientras se peina el cabello que parece que se lo cortaron con hormigas chirrioneras, se sacude la tierra y se acomoda los “chores” porque parece que lo atropellaron, déjenme les informo que los policías estuvieron ayer en el lugar, detuvieron al sujeto y lo liberaron después, supuestamente por órdenes de un “Michel”, sin saber de cuál de todos se trata, por lo que, el alcalde, entonces parece ser defensor de las causas que agreden a la mujer, emisario de la impunidad y la nueva imagen de la corrupción en Puerto Vallarta.
La información no salió en los medios que estuvieron tragando huevitos ayer con el alcalde, por lo que la condescendencia y demencia, potencian la complicidad.
Buena suerte, Profe.
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