Al parecer, luego de la regañada recibida por Mirtha Villalvazo por parte no solo del Gobernador del Estado de Nayarit, sino del equipo que la acompaña, el ultimátum que se le fijó tomó mayor seriedad y orilló a la alcaldesa a poner orden a su desmadre.
Las mentiras no son la solución, siempre sale la realidad, en el momento en el que menos lo esperes, por esa razón, opino que quizás Mirtha ha optado por la puerta falsa, el engaño.
De princesa fotogenia a Reina del Canaval.
Entre fiestitas y fotitos, la alcaldesa había pasado los primeros ocho meses de su gestión como princesa fotogenia, de las que salen cada primavera de las primarias urbanas a las que los mortales asistimos; ella creyó que la alcaldía sería un premio, unas vacaciones merecidas gracias a su voluntariosa forma de abrir la boca para hacer sentir mal a alguien o para balbucear mentiritas.
Sin plan de obra, sin proyección del desarrollo, sin idea de cómo atraer inversión, turismo o generación de empleo, Mirtha Villalvazo enfrentó su gestión como se le fue ocurriendo, olvidando siempre lo que prometió en campaña. Como ya lo dijimos, en los primeros meses, su actitud le generó suficientes problemas como para que su propio equipo la abandonara, por lo que el “gober” que también es un inútil, tuvo que intervenir.
Para Mirtha y sus planes, cerca de la consejería de sus asesores de tres pesos, la “nueva” estrategia consistiría en reclutar personajes de la iniciativa privada para convencer a la raza de que ella es conciliadora, lo que nadie le creyó pero algunos aceptaron por el solo hecho de estar cerca de donde se reparte el dinero nada más por decirle “chuladas” a la alcaldesa, olvidando obviamente, el desarrollo de Bahía de Banderas.
La semana pasada se armó el show en el que se presentaría el “pinche nuevo y genial” plan sobre el desarrollo de bahía de banderas en el que se tomaron la foto al menos veinte personas, veinte inútiles que tuvieron tiempo un día cualquiera en la mañana de ir a hacerle el caldo gordo a la alcaldesa que, al final, no les hará caso, no les cumplirá y por si fuera poco, los culpará por no haber alcanzado a hacer nada porque nadie le dijo que el plan debió iniciarse el día después de que ganó la elección y no a un par de meses de cumplirse el primer año, por lo que el tiempo y la “surrazón” han mandado a la chingada el gobiernito de Bahía de Banderas.
La Prensa.
En otro evento, atrasado como siempre, la alcaldesa reunió a sus elementos de la prensa, a los que les reparte el chayo a cambio de “chuleadas”, esos que replican los boletines sin sentido, sin averiguación, sin investigar, sin contexto, los que cree Mirtha que le ayudarán a salvarse el peellejo, pero no ha considerado algo importante…
La prensa no está para replicar boletines, tampoco para chulear alcaldes, mucho menos para imprimir ediciones con fotos bonitas y escondiendo los muertitos; eso no abona en nada al desarrollo de un municipio, pero eso es difícil de entenderse cuando se tiene mucha hambre y poca dignidad.
Y quizás dirá Mirtha que lo que hago lo hago por ardido, porque no me reparte pesos o porque no estoy invitado a sus desayunos, equivocada como siempre en su pensamiento, nublado como acostumbra y obtuso como la caracteriza, lo que hago, lo hago porque Bahía de Banderas no merece a una alcaldesa como Mirtha, porque los badebadenses cometieron una pendejada que les costará todavía dos años más de sufrimiento y como 20 años más en el retraso económico que provocará la incapacidad de Mirtha Villalvazo. Y por último, lo que hago lo hago para poder decirle pendejo libremente al pendejo y eso, no tiene precio.
Ya pa irme, les pegaré unas imágenes de la irracionalidad con la que funciona Mirtha en Bahía, por un lado crea programas de socialización y valores, pero por otro, sus valores pudieran ponerse a discusión para engrosar una borrachera, de esas en las que la dignidad del “invitado” es pisoteada hasta con fotos.
Besos.
Comentarios