No solo los restauranteros de la Bahía de Banderas, Compostela y San Blas Nayarit, fueron dejados sin apoyo para mitigar las grandes afectaciones de la alerta sanitaria, si no también los vendedores de la zona federal marítimo terrestre fueron dejados de lado por las autoridades de los tres niveles de gobierno y no se diga ayer, que hubo alerta por el oleaje del huracán Olaf.
Al recorrer las únicas tres entradas libres a playas de Nuevo Vallarta, para verificar si estaban cerradas por la alerta de bandera negra, lo cual fue confirmado en los tres puntos como junto a Varadero, Etc y Fibba, encontramos a unos vendedores de playa en su mayoría que son de la palapa del hotel Grand Velas ubicado junto al Fibba.
Los vendedores que se ubican en dicha zona son 27 y trascendió, que desde el pasado mes de marzo del año 2020, ningún gobierno los ha apoyado para salir adelante con las nulas ventas que hubo, por el cierre de las playas a causa de la alerta sanitaria y se han rascado con sus propias uñas para sacar adelante a las familias, ya que no tienen otros ingresos y el patrimonio de ellos está terminandose, ya que las playas han estado muy solas.
Finalmente, ayer que hubo la alerta por alto oleaje con bandera negra por el huracán Olaf, algunos vendedores tuvieron que irse de la palapa con todo y su mercancía, ya que el agua del mar llegó a la primerq parte donde hay unos siete, pero otros esperaron para ver si bajaban las olas y abrían la playa, donde buscarían a unos turistas que gustaran comprar sus artesanías, pues tienen tiempo que no venden como antes de la alerta sanitaria.