Después de 71 años en el poder, el PRI aprendió, experimentó y utilizó todo tipo de estrategias con las que dio forma al país, algunas veces equivocándose de forma garrafal, pero hay que reconocer que, en la mayoría de los casos, aunque les duela a muchos, con grandes aciertos que ni siquiera el dictadorsete de Palacio nacional podrá borrar, aunque quiera.
Sin embargo, es este mismo partido del que hablo, el experimentado y curtido PRI, que no solo sabía parar tiznadazos, sino que además los ponía de forma certera, el que ahora sufre y padece una pandemia de imbéciles dizque progresistas que lo han llevado a la ruina con sus decisiones erróneas, y oféndanse las nenas puritanas de la calle Río Grande aquí en Vallarta, la Calzada del Campesino en Guadalajara o la Insurgentes allá en la Ciudad de México, porque al cabo conmigo la misma se sacan; pero lo que digo es más que cierto y lo sostengo donde me digan.
Lamentable fue saber cómo mi partido, teniendo perfiles bastante atractivos e interesantes para ofrecerle a una sociedad que no cesa en la búsqueda de cambios, después de tomar la absurda decisión de lanzar a una mujer para contender por la alcaldía de Puerto Vallarta, no supiera a cuál y anduviera ofreciendo la candidatura como cualquier güila ofrece las nalgas al mejor postor, para luego, después de descubrir que de entre el viejal priista no se hace una, acabar lanzando a una perfecta desconocida. ¡Vaya estrategia! ¿Y todo por qué? Por querer ganar el voto de las féminas que, de todas formas, no votarán por el PRI. Digan que se los dijo un loco, o un machista; al cabo está de moda.
Notorio, y mucho, es para las bases priistas que nuestro partido, al menos en lo local, está dirigido por burros de dos patas y que, en ese orden de ideas, no es difícil predecir quién ganará las elecciones; porque ya echadas las cartas en este juego, es bastante predecible que MORENA ganaría, aunque lanzara a un burro de los de cuatro. Cierto que soy, y seguiré siendo orgullosamente priista, aunque no por lo que digan de mí los que se sientan dueños del partido o no estén de acuerdo con mis opiniones; sino por pura convicción y nomás. Pero como tal, me siento con el derecho, y además lo tengo, de señalar lo que he señalado y que, además, es el sentir de muchos que no formamos parte de la cúpula donde se toman las decisiones importantes.
Suerte, pues, a Ramiro Hernández y a la platea de idiotas dirigentes de mi partido; recuérdenme mofarme de ustedes al siguiente día de la vergonzosa y estrepitosa derrota y para que vean que no me escondo, le envié este bastonazo a la dirigencia estatal del PRI.
Facebook: https://facebook.com/omar.arcenolasco
Twitter: @elbastonazo
Teléfono, WhatsApp y Telegram: 322 191 10 89.
Comments