Va Bravo contra los vallartenses

Salen del pueblo y se vuelcan contra él. Se victimizan, se aglomeran y se levantan contra quienes los votaron por ser los menos peores. Esos que ya no son nuevos regidores han cruzado una línea, se han excedido en soberbia y han empezado a alucinar como la Familia Michel, ahora se creen políticamente eternos.

Me había prometido a mí mismo no intervenir más con mi opinión que, por corrosiva y razonable (al menos para mi) creí que era funcional, que servía para algo; funcionó poco en la administración anterior pero lo suficiente para sentirme bien con la última piedra sobre la carrera política de los Michel.

Como parte del aprendizaje no desperdiciado de los tres años de la administración anterior yo hubiera esperado que los nuevos regidores entendieran al menos, ya de perdida lo que no debía hacerse, esperaba que ellos hubieran captado los errores par ano volver a cometerlos pero me equivoqué yo al darles un voto de confianza, no en las urnas porque me valieron madres pero sí en su gobiernito verde dirigido por el melolengo Luis Munguía, a quien por cierto muchos vallartenses le dieron su confianza sin darse cuenta de que Luir Ernesto Munguía solo seguiría siendo Luir Ernesto Munguía, un inútil con mucha suerte.

El tema hoy no es Luis, suficientes problemas lo visitan incluso en su oficina y lo persiguen en alta mar. El caso de hoy son algunos regidores que no han entendido que su posición tiene fecha de caducidad y se han mamado ya casi un tercio de ese sentimiento.

Ayer veía con mucha tristeza al regidor del Partido Verde Cristian Bravo Carvajal siendo autoritario, arrogante, endiosado con la figura de Luis Munguía sin saber lo que realmente se dice del Partido Verde en la calle.

El “Titi” Bravo se ha atrevido primero y entre muchos otros, a acepar un soborno para la aprobación de la concesión de la basura, sin saber que ese voto dejaría a Puerto Vallarta en jaque por el mal manejo de los recursos, sin saber que el costo del servicio de recolección siempre será más asequible si lo opera el municipio. Pero no entraré en detalles de los números porque para cuando le entiendan ya se habrán acabado el dinero, eso será en un mes y medio, aproximadamente.

Les decía que Cristian Bravo aprobó la concesión de la basura a una empresa desconocida y nueva en el ramo, les firmaron un contrato millonario por 25 años, entendiéndose entonces que esta situación grave de la basura la padecerán los nietos del mismo Bravo (ESTUPIDEZ TOTAL), pero si la desvergüenza de regalar las nalgas de los vallartenses no fuera suficiente, entonces se ha atrevido a promover los castigos para los ciudadanos que no sacan la basura a tiempo, antes de que el pinche camión pase con su estúpida campana como se hacía hace 50 años.

El Titi se olvidó de que es ciudadano, se le olvidó que hace unos cuantos años Vallarta padeció de este problema durante la administración de Arturo Dávalos cuando se le quitó la concesión de la basura a una empresa que los priistas querían mucho, para ese entonces, la solución fue doblar esfuerzos y pasar al menos una vez por cada ruta CADA DÍA, con los recursos propios del ayuntamiento (que eran poco más de la mitad de los que ahora tiene Vallarta). Todo trabajando a marchas forzadas porque no podía permitirse Puerto Vallarta verse mugroso ni un solo día; sin embargo hoy, la solución es castigar a los ciudadanos, multar a quienes saquen la basuras a destiempo.

No hay nada más estúpido que promover el castigo contra los ciudadanos cuando te coludiste con la empresa recolectora y ya no aguantas la crítica, ya no hallas la puerta para resolver lo que no pudiste razonar en el origen de tu gestión. El Titi juega del lado equivocado, se ha aliado con Luis Munguía para defender lo indefendible, para proteger a la empresa recolectora que ha dejado de hacer su trabajo porque no saben hacerlo y porque dejaron de pagarles; se dieron cuenta de que no les alcanzaría el dinero. Cristian se equivocó de asesores y se enfrascó en la búsqueda de culpables en la base de quienes lo llevaron a ser regidor por primera y por última vez. Y es que no he visto que se atrinchere en el Pitillal defendiendo su tierra del abandono, buscando que a la empresa recolectora se le castigue por no hacer su trabajo.

En las colonias se acumula la basura y nadie hace nada, Cristian ha iniciado una afrenta contra los ciudadanos sin saber que ni siquiera el propio municipio tiene las herramientas o el suficiente personal para encargarse de esa chamba, perseguir ciudadanos inocentes. Es triste ver cómo un salario medio alto los encandila, los emociona y los exhibe como lo que siempre fueron…

Cristian Bravo se ha vuelto a equivocar, abrir la boca contra la gente no es justo cuando el sujeto es parte de una administración que ha abandonado a la gente, que se ha olvidado de los servicios y a quienes ya se les cuentan los días para darles una patada y mandarlos a chingar a su madre. Sí, leyó bien, a chingar a su madre.

Pd. Dese una vuelta a las colonias de la zona norte de la ciudad, bájese de su camioneta, ensúciese los zapatos e intente multar a la raza.

Otro día hablamos de las fotos de Luis Munguía que lo hicieron famoso y lo comparamos con las expectativas que tenía la raza sobre su gobierno, solo para luego terminar de. Reírnos juntos. Les debo muchos temas porque había prometido retirarme pero se han excedido, ya se volaron la barda con sus abusos y van que vuelan para intentarlo nuevamente. Dios nos libre.

Dejo pendiente el tema de las “tablets”, sobre el costo, quién las paga realmente y cuán ridículos se ven los regidores sonriendo mientras saludan con sombrero ajeno. Ridículos,