La Basura del Alcaldito
- Héctor Colín
- 15 mar 2022
- 5 Min. de lectura

Que pinche divertido. Salvador Llamas declara algo y asusta a Luis Munguía, el Profe miente en su conferencia de prensa, desvía recursos y se esconde, la policía se desfunda, Munguía denuncia a Llamas por amenazas y el hijo del alcaldito sale a hacer política de barrio.
Seguramente le ha pasado que, cuando ya metió toda la basura a una bolsa, pretende sacarla con cuidado para no exhibir el apeste y no hacer cochinero en el trayecto, pero de pronto se le revienta el fondo de la bolsa justo antes de salir a la calle y se hace un desmadre…
Eso es justo lo que le sucedió al alcaldito con su gobierno en Puerto Vallarta. Desde su llegada, los movimientos de sus colaboradores más cercanos habían sido sigilosos, tanto que, hoy, son ilegales, con la polarización de la información en transparencia que oculta las “licitaciones” de las supuestas obras, los contratos de servicios públicos y algunos “gastos” salidos de la oficina de Comunicación Social y la omisión de la publicación de la gaceta municipal que le da certidumbre jurídica a lo que mes con mes hacen los imbéciles regidores.

“Calladitos se ven más bonitos” es la presunta declaración de Salvador Llamas Urbina a un medio de comunicación de esos que trae a modo para despotricar e informar, aunque ya no sabemos cuál es qué, después de eso, la bancada del verde se sintió amenazada, al grado de iniciar un procedimiento penal en contra de lo que resulte de lo que el director de Seapal dicen que dijo. En la publicación en redes, que por cierto tengo que aplaudirle a Munguía por tener el valor de iniciar lo que podría capitalizar todo lo que muchos hemos esperado, afirma que se sintió amenazado y que hará responsable a Llamas de lo que pudiera sucederle a raíz de la afrenta legal, en el mismo escrito, solicita que se aclaren las facultades del director de Seapal convertido en asesor, compinche, compadre y comparsa del alcaldito, quien, gracias a su incapacidad, no logra ver los hilos que lo hacen marioneta, muy madreada, por cierto. Luis actuó bien, se sintió presa en una cacería política y aprovechó el asunto para hacerlo mediático, tirarse al suelo y jalar reflectores. Llamas en jaque.

Salvador Llamas miente todo el tiempo, su objetivo no es el bienestar de Puerto Vallarta, Luis Munguía también miente y tampoco tiene en sus prioridades el mejorar las condiciones de los vallartenses, ambos se estorban porque los dos pretenden la fila más alta en la boleta electoral por la alcaldía en el 2024. Por mí, que se hagan garras. Esta vez, Munguía salió más listo.
Por otro lado, el alcaldito tuvo que esconder la cabeza, los riatazos después de que su equipo lo exhibió en la conferencia de prensa en el River Café lo noquearon, lo confundieron porque le hicieron pensar que estaba todo planchado para los aplausos y las ovaciones. Es evidente que mientras María Roa se pelea con sus empleados, desconfía de todos en su oficina y amenaza a sus más cercanos, pues se le olvida que al que tiene que hacer que se vea bien es al alcalde y no a Salvador Llamas, excepto que este último haya establecido esa estrategia como una orden para María Roa. Sabrá dios.
Hoy, al Profe Michel se le reventó la bolsa de la basura en plena sala, el cochinero salpicó a todos y ya no sabe qué hacer con él, su estrategia es esconder la basura bajo la alfombra y ha optado por denigrar incluso a la prensa, adhiriéndolos a la nómina municipal a cambio de su lealtad y apoyo en la difícil tarea de hacer ver eficiente a su gobierno. Inútiles.
Y por si esto no fuera poco, al hijo, quien había estado supuestamente operando con el hígado y en las sombras contra Salvador Llamas, la iniciativa privada y condicionando todo dentro del ayuntamiento, se le ocurrió asomar la cabeza, subirse al ring y servir de diana de entretenimiento. Ya había escuchado sobre sus aspiraciones, las políticas, de lo otro no me consta, y es que Jesús Michel quiere ser alcalde algún día, así como lo soñó siempre, incluso cuando era composta dentro del equipo de Javier Bravo Carbajal. Después de su provechoso paso en los gobiernos de José Gómez y Jaime Cuevas, por eso es que el ayuntamiento está plagado de colaboradores de Jaime Cuevas, incluso sin paga, con promesas y con la dignidad hecha pedazos. Pobre Berumen.
“Qué siga la democracia A.C.”, así se llama la asociación con la que Jesús Michel, hijo del alcaldito pretende hacer política desde la coordinación. De pronto no sé ni por dónde empezar, para mi es como navidad, los regalos tengo que abrirlos con cuidado y de a poco para disfrutarlos, porque parece día de fiesta cada vez que los políticos identificados a Morena salen a pretender algo, hoy, el chiste es el objetivo de Jesús Michel, reunir 90 mil votos para el ejercicio pendejo de Andrés Manuel López Obrador, la “revocación de mandato”. Sí, noventa mil votos, si usted es parte del círculo rojo, ya se estará riendo, si usted no entendió lo del círculo rojo, pues evidentemente no pertenece a ese círculo y tendré que explicarle con manzanas. Se la resumiré con gusto, el coordinador de la asociación civil “que siga la democracia” está mal de la cabeza, si se lo explico, le tendría que decir que en el mejor momento de Morena en Puerto Vallarta, con la caballería echada totalmente para adelante y con la ayuda de Salvador Llamas, solo pudieron conseguir 30 mil votos para ellos, por lo que es imposible que estos sujetos puedan movilizar a tantas personas el día 10 de abril, sobretodo cuando no tendrán el apoyo de Bruno Blancas, quien se perfila tranquilamente para colocarse al frente de la candidatura por la alcaldía en el 2024 en caso de que el Profe no quiera reelegirse.
Mala forma de empezar
Seguro que Jesús Michel comparte asesores con el Movimiento Ciudadano y las chaquetas mentales se las aplauden entre ellos, porque la realidad es que en la calle, sus políticas no valen nada, la imagen de “que siga la democracia” está más manchada que mis calzones en domingo y contiene más basura que la que les dije que se le rompió al alcalde en la sala. Jesús está chavo y ya es un adulto, se colocó la vara muy alto para sentirse chingón pero quedará mal parado.
Pero bueno, eso es lo político, vamos a la realidad más triste. Veré si logro explicarlo como lo pienso. Jesús Michel es hijo del presidente municipal y, por su seguridad, al parecer utilizan elementos de la policía municipal de Puerto Vallarta como escoltas personales, si cuidan al hijo, pudiera justificarse, aunque a nosotros no nos corresponde pagar por la seguridad de la familia, es decir, nuestros impuestos son para que los policías nos cuiden, no para escoltas personales de la familia del presidente, peeeeeero, aquí la gran pregunta, en calidad de político coordinador de una asociación civil y como parte de Morena, ¿Puede Jesús Michel, hijo del alcalde, utilizar elementos de la policía municipal para su seguridad personal?, porque de ser así, entonces el alcalde está incurriendo en un posible desvío de recursos para un particular. Digo, nomás pregunto.
Y hablando de desviar lana, los bots que utilizan para difundir la inútil comunicación del alcalde, del señor Luis Michel como esposo enamorado, del Seapal como organismo y la guerra sucia contra los verdes, son los mismos operando hoy la campañita pedorra del hijo del alcalde a favor de la Revocación de Mandato.

Ya para despedirme, no se olviden de Gilberto Lorenzo, le dijeron corrupto, ratero, ilegal y no sé qué tantas groserías más y tienen dos opciones, se lo sostienen y lo corren, o lo dejan, como siempre, convirtiendo al alcalde en un payaso.
Ya pues, la última. Nadie se acuerda de una supuesta denuncia en contra de Luis Munguía en el 2014 por golpear a una de sus novias, fue un escándalaaaaaaa. Amigo Salvador Llamas, investígale.
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