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  • Ruben Gómez Bernal

LA PASEADA Y LA POLÍTICA


Toda proporción guardada, después de las Fiestas de celebración a la Virgen de Guadalupe, La Paseada de la Delegación de Municipal de Las Palmas, es la segunda fiesta popular de Puerto Vallarta. Originada de una convivencia de las familias de Las Palmas, al predio denominado La Palma Sola, se hizo tradición y creció con el tiempo hasta convertirse en una convivencia de grandes proporciones a la que confluyen familias de diferentes poblados.

Aparte del significado popular, La Paseada se convirtió también en un escaparate de la política vallartense, en el que los grupos predominantes son los que brillan con su presencia.

La Paseada ha visto desfilar a lo largo de su historia a la mayoría de los alcaldes de Puerto Vallarta, una tradición que con la pandemia se vio cortada.

La tradición fue retomada por el profe Michel quien como buen vallartense conoce de las tradiciones familiares, y de la importancia política de hacer presencia en el evento.

Los llamados "baños de pueblo" toman significancia en estas fiestas de las que son anfitriones los integrantes de la mesa directiva del Comisariado Ejidal de Las Palmas, quienes atendieron al alcalde, esposa, regidores y funcionarios del Gobierno Municipal.

Como es tradicional hicieron acto de presencia la clase política, líderes del área rural, Delegados, Comisariados y familias, en una sana convivencia.


BLINDADA LA PASEADA


El dispositivo de seguridad implementado por el Gobierno Municipal selló por completo la convivencia en La Palma Sola.

Con filtros de seguridad en el ingreso se impidió que los asistentes introdujeran armas, objetos metálicos como navajas y cuchillos, botellas de vidrio, bebidas embriagantes en botella. Más de un ciento de policías municipales, además agentes de Tránsito, de Protección Civil y Bomberos, locales y del estado; e inspectores de Reglamentos, conformaron el dispositivo que a la postre dio buenos resultados, sin hechos de lamentar.

La precaución por el Covid-19 contribuyó a que no acudiera a La Paseada el número de asistentes como se veía tradicionalmente, pero sí a la reactivación del tradicional festejo, detenido dos años por la pandemia, teniendo como resultado una grata convivencia propiciado por la seguridad que se tuvo en el festejo. El próximo año seguramente veremos más personas en la famosa Paseada.

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