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  • Héctor Colín

Los Enemigos del Presidente

Golpeándome a mi no silenciará la crítica, acallándome a mi no solucionará los problemas del municipio…



Puerto Vallarta, Jalisco.- Hace unos de días recibí un par de llamadas para advertirme que el equipo del alcalde Luis Alberto Michel Rodríguez se encontraba entretenido buscando información sobre mi persona con el objetivo de crear una campaña en mi contra. Tratarán de orquestar el “desprestigio” a mi imagen para defender al Profe Michel y su administración. Buscarán hasta no encontrar nada y verse en la necesidad de inventarme lo que se les ocurra, como ya lo intentaron varios durante muchos años, incluso desde antes de que el Profe perdiera algunas de sus facultades y capacidades, así como ya lo hicieron con Gerardo Sandoval.


El problema será más complejo de lo que piensan, su hipersensibilidad se vuelve divertida y entiendo que también peligrosa para mi y mi familia a razón del pobre criterio de quienes acompañan al Profe en su intento de administrar Vallarta, tratando de demostrar que hay un objetivo positivo.



Dicho esto, la responsabilidad se la adjudico públicamente al alcalde Luis Alberto Michel Rodríguez debido a que esta amenaza se desprende de la legítima crítica que hago a su gobierno y de la cual, también me he hecho responsable mediante la firma en todo lo que escribo. El valor de mi afrenta es posible que me traiga consecuencias y las asumo como tales, pero siempre con la dignidad de haber buscado un mejor Puerto Vallarta e intentado resolver las diferencias de frente y como civilizados. Lo dije y lo confirmo, la amenaza de sus Bots y su equipo motivan mi crítica, potencian mi energía para señalar diréctamente al Profe Michel por ser el responsable de la dirección de ese barco llamado Puerto Vallarta. Sus Bots contra mi Ocio.


Mencionaron a Salvador Llamas como el orquestador de la amenaza en mi contra pero no lo creo, no lo percibo como el más distraído del equipo del Profe.


No me importa de quién venga, sólo sé que todo se desprende de una crítica al alcalde de Puerto Vallarta y su mala administración; por ende será el responsable orquestador de lo que me suceda y quien pague las consecuencias de su intolerancia a una crítica legítima, no de un periodista, sino de un ciudadano que intenta ver a su gobierno redefinir el servicio público para mejorar las condiciones de nuestro pueblo.


Todo lo que he dicho lo sostengo, María Roa no sirve porque ridiculiza al gobierno, el de Cultura no tiene la capacidad para dirigir ni la lotería de mi colonia, el Secretario manipula al alcalde, el Calzón de Serviciois Públicos sigue rascándose la cabeza y todos vemos basura que no se recoge en el rancho, el de Turismo es una edecán promotora del Box con gastos millonarios que están comprobados con los contratos firmados por el mismo alcalde, no hay cabeza en Desarrollo Social, en Deportes hay un inexperto, las delegaciones están acéfalas y los policías se quejan todos los días. La información está allí y se perjudica a Puerto Vallarta, eso no se vale. Yo no soy el culpable.


Los colaboradores del Profe se han convertido en sus peores enemigos, en los portadores de malas noticias que son generadas por ellos mismos, quienes han polarizado la administración y quienes le han formado a este gobierno una imagen relacionada con la mediocridad y la corrupción. Los mensajeros del Alcalde tienen intereses oscuros y negativos en todas sus acciones, la manipulación con la que trabajan daña todos los días la imagen del alcalde y es que, como lo dije desde el principio, no creo que el Profe Michel esté enterado de todo lo que sucede abajo y de ser así, me parece aún increíble que no reaccione para mejorar las condiciones de su gestión.



Si les molesta lo que escribo yo, no deberían entonces escuchar lo que se dice en las calles, se les espantaría el sueño y se orinarían en los pantalones del miedo que debe representar escuchar a un pueblo cansado, con un hartazgo acumulado de administración tras administración y que vieron en esta una esperanza que no ha asomado la cabeza.


Buscar lo mejor para nuestros pueblos no deberá ser nunca el fundamento para una inquisición. Los vallartenses, como mexicanos vivimos con miedo, andamos todos los días entre la penumbra y la incertidumbre de no saber qué nos pasará porque son más comunes las malas noticias que las buenas acciones, a los vallartenses no nos alcanza para una escolta y para la seguridad de nuestras familias, nosotros no tenemos autos blindados y guaruras en la puerta, el Profe sí.


Profe Michel, golpeándome a mi no silenciará la crítica, acallándome a mi no solucionará los problemas del municipio, desapareciendo mi profesión no abonará a que las calles estén limpias, la corrupción se termine o la inseguridad desaparezca, atacándome a mi no representa una batalla a favor de su gobierno sino en contra de lo que todos buscamos para Puerto Vallarta. Yo no soy el enemigo.


El resto de la prensa, a favor o en contra tampoco son el enemigo, los ciudadanos con nombre, apellido y fotografía en las redes sociales que hacen crítica al gobierno no buscan un empleo, tampoco quieren ser protagonistas, no desean nada más legítimo que las condiciones mejoren para ellos y sus familias. Nosotros no tenemos colores, no tenemos dueño, no obedecemos a ningún interés mesquino que polarice nuestro objetivo como ciudadanos responsables, los ciudadanos necesitamos un alcalde fortalecido, conciliador con los ciudadanos como lo es con los promotores del box a quienes les da toda la atención y todo el dinero.


No le he pedido dinero, no le he pedido un empleo; necesito agua en mi regadera y mi calle limpia como antes, quiero dejarde tenerle miedo a la policía, quiero poder caminar tranquilo, quiero que los turistas se sientan orgullosos de pasearse en nuestro patio, quiero que se escuche a las feministas, que usted se vacune contra la influenzay sea un ejemplo para todos, quiero que sucedan muchas cosas buenas para Puerto Vallarta y si eso es digno de una campal, tienen mi teléfono de contacto para cualquier cosa en la que yo pueda ayudarles.



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