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  • Héctor Colín

Los Permisotes del Alcaldito


Después del medio día de hoy, casi se pinta de sangre el centro de la ciudad de Puerto Vallarta, hasta el momento, todo es mitote, pero la información que llega a cuenta gotas y bajo los intereses personales de los involucrados, el dato es difícil de entender sin la información oficial que justifique lo que sucedió.


Al parecer, a alguien del gobierno municipal se le ocurrió la estúpida, magnífica y “rentable” idea de permitirle a otro alguien colocar un puesto de garnachas junto a donde durante décadas han estado algunos comerciantes vendiendo taquitos y otros antojitos durante todo el día.



Allá en la Emiliano Zapata, junto a la farmacia Guadalajara, allá con Mendoza, en la hormiga, donde los tacos son buenos bajo los influjos de las cantidades industriales de alcohol, se encuentran puestos desde hace al menos 3 décadas, por lo que el atrevimiento de permitirle a uno más ponerse allí a vender, amenazó las finanzas de los que ya están allí regularmente.


Seguramente, a alguien se le hizo fácil recibir una propina a cambio de un permiso para vender garnachas, acto seguido y como debe ser, la raza se defendió como pudo, por lo que los elementos de reglamentos y la policía se la pensaron para meterse a sacar el tema, los ánimos se calentaron y los golpes se quedaron en las ganas de los que se sintieron ofendidos y naturalmente se defendieron.


Más casos empiezan a brotar, aparecieron anuncios espectaculares después de al menos quince años de no existir más por la contaminación visual en el puerto, alguien se atrevió a atentar contra la imagen de este destino a cambio quizás de una buena propina, llevándose entre las patas a los patasaladas.


Otro caso, es la aparición “divina” de un grupo de comerciantes que poco a poco le ganan espacio al centro de Puerto Vallarta, por lo que el tema se complicará para allá ciudad porque llegará el momento en el que nadie pueda hacer más con ellos y legalmente estarán protegidos por la displicencia de los morenistas encabezados por el profe Michel.


Las propinas no es el problema, se cobrarán a lo chino y se irán del puerto, acto seguido, le tocará a los vallartenses lidiar con los temas complicados que dejarán estos intrusos legítimos del gobierno municipal. En la Emiliano Zapata la les dicen muy feo, puercos.


Salvador Rizo, el que despacha en reglamentos, se ha puesto un cohete en la cola, corre todos los días contra el destino que lo alcanzará para cobrarle las facturas de los negativos ganados a costa de compartir propinas con un cercano del alcalde.

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