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  • Héctor Colín

Mirtha vs Mirtha


Se dice, allá en el oscurito mundo de la oficina central de la gubernatura del estado de Nayarit, que esta podría ser la última semana de Mirtha Villalvazo como alcaldesa de Bahía de Banderas, ya que se le ha pedido que se serene y que gobierne la razón y la armonía, en su cabeza y dentro de su equipo, por lo que fue conminada a hacer las pases con sus colaboradores, incluyendo a su cabildo para que reine la paz por el bien del municipio, se chismea por allí, que de no hacerlo, avanzarían unos procedimientos jurídicos en su contra por su presunta incapacidad para gobernar, debido a que hay quienes suponen que se encuentra medicada e incluso se atreven a asegurar que normalmente camina con un arma escondida dentro de la bolsa y de la que no existe registro o licencia de portación. A mi no me crean, al final de la semana, la publicación de una foto o no, sería la evidencia del futuro de la cabezaa del gobierno de Bahía de Banderas.


Como si padeciera del síndrome del borracho arrepentido, para la alcaldesa existen días muy buenos y días muy malos.


Los borrachitos, mientras estamos de fiesta nos encontramos a toda madre, nada nos duele, nada nos daña, nada nos hace perturba y el mundo corre como debería de correr, el problema es cuando el efecto del alcohol u otras sustancias se nos esfuma, cuando la fiesta se termina y es tiempo de volver a la casa o al trabajo, con los compañeros o la familia, que es cuando el padecimiento se agudiza y nos hace funcionar de la peor manera porque nos molesta, todo nos hace daño, la comida no sabe bien, la gente parece hacernos mala cara y andamos siempre de mal humor, al grado de culpar a todos, menos a nuestra actitud irresponsable que nos trae consecuencias que no vemos como culpa nuestra.


Mirtha es la peor enemiga de Mirtha, y es que parece que mientras anda de viaje o se encuentra en el rompimiento de una fiesta patronal como la de Santiago Ixcuintla a la que asistió, también sin avisar, todo está de maravilla, como si hubiese ganado un certamen de belleza en un rancho y en vez de alcaldesa, es Miss Fotogenia. No sé si se han fijado, pero cada semana se inventan una fiesta en algún pueblo de Bahía de Banderas, una celebración o el aniversario de un santito para que la alcaldesa se pare a sonreír feliz para las fotos y hable bien de su maravilloso municipio mientras la raza asiente positiva gracias al influjo del alcohol, el problema viene después, cuando se da cuenta de la acumulación del trabajo que olvidó o que seguramente le valió madres, se pone feo cuando se entera de que mientras ella se paseaba por Nueva York o Colombia, uno de sus más cercanos en el equipo la estaba denunciando por delitos muy graves, nada más que el caso de su contralor, quien acusó a la alcaldesa y al que le cuenta las monedas César Aguirre, por haberlo privado de su libertad, por amenazarlo y hostigarlo; del melolengo de Elliot Gómez, secretario, consejero y guarda secretos de la alcaldía solo podemos decir que estuvo lo suficientemente cerca y a la vista en el caso para ser incluido en los delitos que adornan la imputación a la alcaldesa enojada.


La actitud de Mirtha me entretiene todos los días, ve demonios fuera cuando al parecer están dentro, de su equipo, de su cabeza.



Antier vi la transmisión de una rueda de prensa que ofreció para justificar la salida de su mano derecha, la jefa del DIF, nada más que su más cercana en la búsqueda del bienestar de Bahía de Banderas. En la rueda de prensa, Mirtha se encontró sola, por protagonismo, por darle prioridad a su persona o porque nadie estaría dispuesto a poner la cara por ella, ni siquiera el güeyón que tiene encargado de su comunicación social y que claramente tampoco le entiende, quizás por eso prefirió dejar morir sola a Mirtha frente a la prensita.


Cuando uno no se encuentra bien de sus casillas, cuando a uno se le zafa un tornillo, pierde la capacidad de discernir, de dialogar y responder adecuadamente. Estuve atento un par de minutos porque me dio vergüenza la incapacidad de Mirtha por la responsabilidad que tiene sobre Bahía de Banderas, nadie le ayudó y su soberbia no le permitió enterarse de que necesitaba ayuda, una mano amiga que quizás ya no tiene. Milton Colmenares intervino con una pregunta, una duda que perturba no sólo a Milton, sino a muchos ciudadanos de Bahía de Banderas, los supuestos señalamientos por el acoso y/o hostigamiento con el que se supone trata Mirtha a sus colaboradores, a la prensa y a los ciudadanos, con las ideas nubladas, lo más fácil para la alcaldesa fue contestar con una pregunta, con la que enfrentó al periodista, lo reprendió y lo subestimó de su oficio, al grado de atreverse a cuestionarlo sobre si él conocía o no el significado de hostigamiento o acoso, acto seguido, lo pendejeó con la mirada y evadió la responsabilidad de contestar los señalamientos que de no ser ciertos, se enfrentan y aclaran.



En el video que no tiene pérdida excepto el tiempo dedicado a entretenerse, Mirtha acepta algo grave, algo parecido a que ocasionalmente le dice a sus conciudadanos que les va a “romper su madre” o “partir su madre”, como si fuera un chiste, la alcaldesa justificó el “dicho” porque dice que ella es una persona muy “chicharachera”, lo que quiso decir, es que es una persona “DICHARACHERA”, lo que significa que es amena u ocurrente al hablar, lo que no justifica que vaya por el mundo como alcaldesa gritándole a la raza que les va a “romper su madre”, así como lo hizo cuando fue grabada como diputada en una manifestación en la que claramente le mienta la madre a una señora que seguro es madre de familia y que hacía uso de su derecho a manifestarse, tal y como lo hace la raza de Bahía de Banderas cuando su presidente no sirve pa´ ni madres. Yo que soy pelado, jamás me atrevería a auto llamarme “dicharachero” e ir por el universo con una bromita como “te voy a romper tu madre”.


Cinco rayitas tendrá que bajarle Mirtha, mentar madres y buscar enemigos todos los días por la propia culpa de no hacer lo que le corresponde no es lo que debe hacer la alcaldesa, la responsabilidad va más allá de sus pachangas, viajes y “dichos chistosos”.


La prensa no es su enemiga, ni siquiera la que anda sin dinero, los ciudadanos continúan esperando que Mirtha despierte, que se ponga a trabajar y se olvide del mejor pretexto que tiene hoy una funcionaria que no sirve, hay “violencia de género”, se le cuestiona y critica por su incapacidad para gobernar, nada relacionado con ser mujer. Para esto, debo dejar claro que el tema con la alcaldesa no es por ser mujer, sino por ser ineficiente y para ello, la lista la traigo en la cabeza para cuando se les ocurra invitarme a una ruedita de prensa en la que saldrían chispas mientras uno defiende a su persona y otro defiende al municipio, adivine usted, quién es quién en ese supuesto.


Mirtha deberá tomar aire, serenarse, tomarse un café para pensar en la estrategia y llamar a la paz para tomarse la foto con su equipo y no estrene Bahía una nueva alcaldesa la próxima semana. No se puede gobernar con más enemigos que amigos.



Por cierto, si quiere entretenerse unos días y evadir sus demonios, la tarea es sencilla, que se pongan a desazolvar los canales, ríos y todo lo que ocasionará problemas de inundación con las lluvias que se pronostican pronto y de las que su ayuntamiento ha ignorado como prioridad de prevenir. A chambear, primero lo que deja y después lo que apendeja, verá que cuando trabaje más, los problemas se le olvidarán y los aplausos llegarán sin necesidad de expedir facturas. DE NADA.

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