PUERTO VALLARTA Jalisco.- (Especial para SIEMPRE LIBRES) Por primera vez en su historia reciente ni el PRI, ni el PAN tendrán representación en el cabildo vallartense. Esa derrota total de los antiguos institutos que gobernaron la ciudad sin duda marcan el final de una era --y de sus liderazgos--.
Lejos quedaron aquellos tiempos en que los panistas "tradicionales" sabían que con estar en los primeros lugares de las planillas podían aspirar a regidurías. Menos soñar con lograr ganar la elección. Y no nada más fue el desgaste nacional de la marca de Acción Nacional. Fueron los pleitos internos que causaron que el ahora Grupo Vallarta dejara su cuna azul para hacerse naranja en la elección del 2012.
Vinieron después la deserción de los regidores electos Juan José Cuevas y Gonzalo Guzmán. En la elección anterior el PAN logró con un candidato empresarial, Saúl Orozco, ganar una posición y Saúl se mantuvo firme como azul pero las grillas de las dirigencias de su partido le dejaron en claro que no sería postulado de nuevo a la alcaldía.
Con Idalia González los panistas lograron la peor marca en su historia y quedaron sin regidores por primera vez en casi 30 años.
En el PRI el desaseo del proceso de selección interna fue tal que le quitaron la nominación a la maestra Rosa Limón y la llegada de la candidatura de Paola Topete terminó por sepultar las aspiraciones del tricolor a siquiera obtener un espacio en el cabildo. La vieja militancia tricolor le dio al partido mil 400 votos que se quedaron lejos del 2018 para marcar el peor resultado en la historia del partido en la ciudad. También el PRI estará sin ediles por primera ocasión.
Ya lo estaba desde la renuncia de Roberto González quien como candidato a la alcaldía en 2018 logró meterse al ayuntamiento con una ya muy preocupante baja votación para los Revolucionarios vallartenses.
La Traición en el PAN
Destrozó a los Azules
En el PAN el último clavo en el ataúd fue la traición que le jugaron los dirigentes estatales --otra vez-- a los azules vallartenses. Primero les dijeron que la nominación debía ser para una mujer, lo que llevó a Idalia González a ganar la contienda interna, por cierto la primera que se realizaba en el PAN desde aquel 2012 que partió en dos a los de Acción.
Cuando Idalia se preparaba para echar a andar su proselitismo hasta el PAN Jalisco llegó Luis Munguía, quien recién había dejado a MC y le ofrecieron de inmediato ser el abanderado pasándole por encima a todo lo que ya se había realizado al interior del partido.
Luis exploró la opción Verde y al final cerró con los tucanes, los panistas de Guadalajara todavía le mandaban mensajes diciéndole que lo esperarían hasta el último minuto del plazo para registrarlo.
Esas traiciones desmoralizaron a la militancia panista que buscó abonar su voto a otras opciones.
Los González Pimienta
Reséndiz Jugaron Verde
Hablando del Verde también ahí fue clara la mano de los otrora mandamases del PRI. Los González Pimienta-Reséndiz y su vieja alianza con Enrique Aubry los situó en esta elección del lado del ecologismo, de nueva cuenta. Inclusive estuvo muy cerca Rafael González Reséndiz de ser el candidato a diputado local por el 05 Distrito.
Los González jugaron en contra de su alma mater política lo que los dejó sin operatividad y cuadros como el popular Eliseo "Cheo" Aréchiga tampoco se vieron operando por el partido de oficinas en la calle de Río Grande.
Rafael Yerena iba con
Munguía pero jugó MC
El otro líder histórico del PRI, Rafael Yerena y sus cuadros iniciaron la contienda del lado de Luis Munguía, incluso cuando Luis saltó a Morena pero al Verde ya no lo siguieron y la CTM Vallarta por orden directa de Yerena, jugó en la elección del lado de Movimiento Ciudadano.
Obvio es decir que ese bastión del sector obrero que tradicionalmente le daba al PRI los votos suficientes para pelear regidurías se partió entre los naranjas, los verdes e incluso en Morena.
Aliarse o Morir
Del PRD ni vale la pena hablar. Tradicionalmente inflado en Vallarta y en todo Jalisco por el dinero y la fuerza del Grupo Universidad, los perredistas del puerto quedaron exhibidos en esta elección en la que Otoniel Barragán tuvo una despedida muy triste a su carrera política. Muy lejos también de una representación en el ayuntamiento.
Los universitarios que dejaron al PRD se fueron a Hagamos y estuvieron a punto de hacer regidora a su primera candidata, Marina de los Santos, pero tampoco tuvieron el tiempo para hacer crecer la marca como para pensar en un eventual triunfo. En la siguiente contienda Hagamos podría dar la sorpresa si continúa por esta ruta pero, sin duda, ese es otro tema.
Ante ese escenario de pobreza de resultados, ausencia de cuadros, dirigencias estatales y liderazgos que se fueron a otros partidos los antes contendientes PRI, PAN y PRD tienen como única vía para evitar la desaparición del espectro político el aliarse en el 2024.
Tres años parecen muchos pero no se aprecia en el escenario político actual ningún o ninguna personalidad que pueda jalar el voto hacia los azules, los tricolores o los del sol azteca. Aliarse o morir es lo que les queda. O, como ya está pasando, migrar al Verde al Naranja o al tinto.
Innecesaria
Consulta de Alfaro
Inicia julio como un mes de promoción para un agitado agosto. Mes que está marcado para que en Jalisco, como ya se ha insistido en este espacio se preguntará a la población sobre el pacto fiscal.
Alfaro emprendió una serie de críticas sobre la retribución que hace el gobierno federal a los impuestos que salen de Jalisco. Con ese pretexto, emprendieron una serie de consultas a notables que concluyeron con una pregunta que personifica el eufemismo: “¿Estás de acuerdo en revisar la política fiscal estatal para que el Congreso del Estado decida si Jalisco se mantiene adherido a los convenios de coordinación fiscal, se negocian nuevas condiciones o se dan por terminados?”. La respuesta de los participantes es binaria: sí o no.
Después de meses de discusión, el sondeo quedó tan descafeinado que casi no expresa nada. Al final van a consultar a la población sobre una labor que ya tienen los diputados locales sólo por existir. Por si fuera poco, el momento es fatal: estamos a unas semanas de que los legisladores electos el pasado 6 de junio tomen su cargo. La cercanía del evento les da toda la legitimidad para decidir sobre el pacto. La consulta es innecesaria y solo sirve para promocionar la imagen del gobernadorzuelo.
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