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  • Foto del escritor: Ruben Gómez Bernal
    Ruben Gómez Bernal
  • hace 21 horas
  • 3 Min. de lectura

ESCALERA NÁUTICA DESNUDA NECESIDAD DE ACUERDOS METROPOLITANOS PUERTO VALLARTA-BAHÍA DE BANDERAS



La postura adoptada por el presidente municipal de Bahía de Banderas, Héctor Santana, en relación con el proyecto denominado escalera náutica, cuyo origen se sitúa en su vecino municipio de Puerto Vallarta, pone de manifiesto una necesidad apremiante y largamente postergada: la integración efectiva y formal de ambos municipios en una única Zona Metropolitana.

A lo largo de los años, diversas administraciones municipales tanto en Bahía de Banderas como en Puerto Vallarta han mantenido conversaciones, suscrito acuerdos e incluso celebrado numerosas reuniones con el objetivo de armonizar el desarrollo de ambas entidades territoriales. Se llegó incluso a mencionar la posibilidad de homologar la vigilancia de  los cuerpos policiacos. Sin embargo, todas estas iniciativas han quedado relegadas al ámbito de las buenas intenciones y las declaraciones de vecindad cordial, sin que se hayan materializado avances concretos y sustanciales.

La majestuosa Bahía de Banderas, considerada una de las bahías más extensas del mundo, se extiende a lo largo de los límites estatales de Nayarit y Jalisco. Es importante destacar que la mayor parte de la superficie territorial de la bahía, considerablemente más de la mitad, corresponde al estado de Jalisco.

No obstante en esta distribución geográfica, fue el municipio nayarita el que históricamente adoptó el nombre de Bahía de Banderas, denominación que trascendió fronteras y que en la actualidad identifica a uno de los destinos turísticos más atractivos y con mayor dinamismo de crecimiento en toda la República Mexicana.

En el contexto específico de la construcción del muelle en la zona de Mismaloya, como parte integral del proyecto de la escalera náutica, han surgido dos perspectivas diferenciadas, representadas por Héctor Santana y el alcalde de Puerto Vallarta, Luis Ernesto Munguía.

En un análisis más profundo, considerando las manifestaciones tanto a favor como en contra expresadas, resulta innegable la autonomía de cada municipio en la toma de sus propias decisiones. Sin embargo, en aras de fomentar la convivencia y la armonía en el desarrollo de ambos destinos turísticos colindantes, sería fundamental que haya lineamientos claramente definidos que guiaran la toma de decisiones en proyectos de impacto regional.

En la actualidad, coexisten dos destinos turísticos en plena fase de expansión, siendo Bahía de Banderas el que exhibe un potencial de crecimiento mayor. En este sentido, no resulta descabellado que Bahía de Banderas también contemple a futuro el desarrollo o la construcción de infraestructuras náuticas, en consonancia con las exigencias del progreso y las oportunidades que este tipo de instalaciones pueden generar, dadas las poblaciones turísticas y habitacionales distribuidas desde el Río Ameca y hasta Punta de Mita, que con el tiempo van a necesitar de instalaciones náuticas para su mejor desarrollo turístico.  

DESARROLLO NÁUTICO PV-BB CON LA OPINIÓN DE EXPERTOS Y ACUERDOS INTERMUNICIPALES

En este escenario, lo crucial radica en impulsar en Bahía de Banderas y Puerto Vallarta el desarrollo de una escalera náutica, incorporando la opinión de ambientalistas y el conocimiento de expertos en la materia. Asimismo, es imprescindible establecer regulaciones claras y efectivas en  donde sea necesario, con el propósito de evitar la afectación de la fauna marina, preocupación central de los grupos ambientalistas que han manifestado su oposición al desarrollo de la escalera náutica tal como se ha planteado inicialmente.

Ante este panorama, surge una interrogante: ¿cómo se puede lograr este equilibrio entre desarrollo turístico y preservación ambiental? La respuesta reside precisamente en la consolidación de acuerdos metropolitanos, en el intercambio constructivo de ideas y en la identificación de puntos de convergencia. Es crucial recordar que la autoridad competente para dictaminar y establecer la normativa en relación con la construcción o no de muelles en la Bahía de Banderas es la autoridad federal.

La disparidad en las reacciones de los alcaldes es evidente.Mientras que en Bahía de Banderas, Héctor Santana adoptó una postura de cierre tajante, sin ofrecer siquiera una pausa para la reconsideración, en Puerto Vallarta, Munguía manifestó su intención de someter a un proceso de socialización la propuesta de construcción del muelle de Mismaloya, sin hacer compromiso de detener el proyecto que viene desde el Gobierno del Estado, para el impulso del crecimiento turístico y social de Puerto Vallarta, en especial del simbólico Mismaloya cuna de un  despegue turístico de esta región de Puerto Vallarta y Cabo Corrientes.

Cabe recordar que Mismaloya no solo es un punto geográfico relevante, sino también un símbolo emblemático de Puerto Vallarta, que además se encuentra dentro del proyecto de la escalera náutica, lo que añade complejidad a la discusión.

Ahí en Mismaloya se filmó la película “La Noche de la Iguana” que catapultó mundialmente a Puerto Vallarta,  al intervenir actores de primera línea que por aquellos años eran conocidos universalmente como Richard Burton, Sue Lyon y Ava Gardner cuyas figuras se confundía allá por la la playa de Los Muertos, con las de los vallartenses, la vida era tranquila y no había el culto a los artistas, como sucede hoy.

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