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Héctor Colín

Pobres no tan Pobres. La Comidilla del Seapal Vallarta


El Alcalde y El que vino a cobrarse a lo Chino.

Hace unos días escuché una queja sobre el tiempo que dedica en organizar su desayuno y  comida el nuevo director del organismo encargado de recibir la caca de los vallartenses y mandar agua mugrienta a los hogares donde se lavan los trastes y los dientes los patasaladas junto al chef personal que se encarga de satisfacerlo todos los días.

 

Hice la crítica en las redes sociales y se sumó un pequeño número de personas pero extrañamente recibí una considerable cantidad de quejas por la vía privada, en ellas se nota, primero la forma tan organizada en la que operan los empleados del Seapal para mamarse como lo hicieron los anteriores, y cuando digo mamarse me refiero a no trabajar y encontrar la forma de meterle la mano a la bolsa del dinero que, al final repercutirá en el desgaste del sistema de distribución del agua y obviamente e unos meses continuarán diciendo que el dinero del Seapal no alcanza.

 


El nuevo gobierno municipal ha logrado la autorización del aumento en la tarifa del agua, nada cercano a la inflación, al aumento al salario mínimo y ni siquiera parecido al mejoramiento de la calidad del servicio que presta el Seapal como para justificar el aumento en sus tarifas.

 

26 por ciento más dinero, de ese tamaño es el aumento que usted recibirá pronto en su recibo del agua, no habrá gastado más agua, no tiene una fuga, solo se apendejaron los vallartenses y colocaron en el gobierno a quienes llegaron a abusar más que los anteriores.


El Tesorero, el Director, el Alcalde y otro sujeto.

La discusión sobre el aumento al servicio del agua tiene una base de argumentación que los medios chayoteros y los politiquitos de tres pesos que estrenamos hace poco más de un mes han soslayado, el destino final del dinero. Cobrarán más por hacer lo mismo, mal hecho y a veces ni eso, y es que el claro ejemplo de ello es el funcionamiento del fideicomiso que, nada más por el tres por ciento sobre el hospedaje que cobran los hoteleros y que otros se roban, los ingresos del Fideicomiso de turismo de Puerto Vallarta oscilan entre los 450 y los 550 millones de pesos anuales, ahora usted dígame… dónde está ese dinero, y es que nada más para poner un ejemplo simple, el puente Federación que conectaría Jalisco con Nayarit costaría algo así como 600 milones de pesos, si, ese puente que nos hace falta desde hace más de veinte años y que nadie se ha atrevido a hacerlo porque no hay dinero; el asunto es que el dinero está ahí pero se va a las bolsas de los políticos, de los empresarios que abusan de su “influencia” y lo desvían para favorecer a sus hoteles, restaurantes, Hospitales u otras. Entonces el asunto es ese, el problema no es la cobranza de un nuevo impuesto, sino saber qué se hará con ese dinero.

 

Y es que ahora sabemos que el Chuy Michel no se fue, solo se transformó en algo llamado Rorro y que despacha desde la tesorería municipal, a quien ya señalan de algunos manejos raros, primero para desviar la atención y segundo para “autocobrarse” lo que le invirtió a las campañas de Luis Munguía, eso sin considerar su nula experiencia en el puesto, y es que no tiene una carrera a fin, pero ese asunto es como los demás, los del Partido Verde se lo han pasado por debajo de las gónadas porque seguramente creen que pueden correr con la misma suerte de los Michel, tener aliados pendejos que no los denuncien.

 

Pero me desvié del tema principal, en Seapal Vallarta están abusando y la evidencia, para empezar es el comedor para los empleados que, de estar funcionando correctamente el organismo, yo mismo les iría a cocinar a sus escritorios, pero caso contrario, el organismo no funciona correctamente y hacia afuera el director sin experiencia alguna ha salido a decir que no hay dinero y es por eso el aumento. Entonces, si no hay dinero, cómo siguen tragando los empleados del Seapal a costillas de su indiferencia y su desvergonzada corrupción.

 

Al inicio la crítica era contra el director por tener un chef privado metido en su oficina organizando sus sagrados alimentos como si no tuviera nada qué hacer o no tuviera dónde comer decentemente. Mamón.

Luego la crítica se agudizó gracias a que se me aclaró que el Chef no era del Director, sino de todos los empleados del Seapal Vallarta, cosa peor por el derroche de dinero que no es para esos fines.

 

Platicaba ayer con un chairo al respecto y me reclamaba porque según él, los empleados del Seapal tiene derecho a su tiempo para comer, lo que es legítimo pero lo que no es correcto, es que, considerando las condiciones lamentables del organismo, el pésimo servicio que prestan, todavía se den el lujo de tener Cocineros privados para alimentar a toda esa gente que, como todos los demás mortales, deberíamos planear la comida en casa, en el trabajo o en una pinche banqueta. Entendiendo también que no merecen ser premiados con comidita a domicilio, sobretodo cuando NO HAY DINERO.

 

Ayer, mientras usted juntaba agua para lavar sus trastes, al director del Seapal le servían sus albóndigas calientitas.

 

En resumen, el dinero del servicio no es para la gasolina de los empleados o de los jefes, tampoco es para los antojitos del director o la comida de los empleados, y es que ya con pagarle una lanotota a la ex novia violentada de Luis Munguía por su silencio es suficiente.

 

Hasta aquí el chisme no tan chisme, otro día continuamos con otros gustitos de los funcionarios del Partido Verde que mal gobierna Puerto Vallarta.

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