-"No pueden detenerme porque yo tengo el derecho de tomar gratis por ser el subdirector de turismo.-
La madrugada de hoy fue detenido un sujeto relacionado con el gobierno de Mirtha Villalvazo Amaya, alcaldesa de Bahía de Banderas.
Entre vinos y nalguitas, no se sabe si de hombre, mujer o demonio, Sergio se divirtió de lo lindo hasta que se dieron cuenta de lo embrutecido que al parecer andaba después de que salió más pendejo de lo normal de la fiesta de las bodas comunitarias de Bahía donde se enfiestó con Mirtha; lo vieron en tan mal estado que le enviaron la cuenta, no se conoce el monto pero seguramente rebasaba lo que podía considerar él por su salario, quizás no le alcanzó el sueldito que se gana dándole las destas al gobierno de Mirtha, por ende se encabronó y se le subió lo mamucas, sintiendo que podía arremeter contra los empleados del bar y decir que era nada más pinche que un subdirector de turismo de un municipio que tiene su gobierno destrozado por situaciones como esta. Los pobres policías fueron recibidos a mentadas y despedidos con una orden que les pisoteó su jerarquía.
En un conocido tugurio de la ciudad, allá en la zona de tolerancia de la colonia Agua Zarca fue hasta donde llegaron elementos de la policía municipal de Puerto Vallarta después del reporte en el que se explicaba que un cliente se negaba a pagar la cuenta que se le había acumulado de alcohol y arrumacos.
Eran las seis de la mañana de hoy cuando los elementos de la policía de Puerto Vallarta fueron supuestamente amenazados por un sujeto de nombre Sergio Olguín Jiménez, quien se identificó como sub director de turismo del municipio de Bahía de Banderas y quien al parecer metió a su amiga Mirtha Villalvazo a la plática argumentando que o podían detenerlo, a pesar de haberse puesto agresivo con los empleados del lugar en donde minutos antes disfrutó maravillosamente mientras se acumulaba su borrachera.
Después de las mentadas de madre a los policías, al parecer todo se arregló desde arriba, se hicieron un par de llamadas entre Villalvazo y el Chuyín para cambiarse los favores y todo se arregló para los políticos corruptos pero no para los negocios que son víctimas de estos sujetos.
Se dice que la fiesta del Olguín la venía arrastrando, así como le hambre; desde la fiesta de las bodas comunitarias de Bahía de Banderas en donde se vió a Mirtha Villalvazo muy feliz, como siempre, Mirtha es como la menos querida de mis tías, solo la vemos en las fiestas.
Sergio Olguín dejó una cuenta pendiente, en el bar donde se embruteció con sus acompañantes y con la justicia, a quienes les frustraron nuevamente el cumplimiento de su deber como policías.
Pésima la actitud de un empleadete que se cree intocable por ser nada más un pinche subdirector de turismo municipal. Les quedan menos días para irse.
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