Gran movilización por parte de autoridades y cuerpos de rescate generó el reporte de una niña de 7 años de edad, extraviada en la parte alta de la colonia Volcanes. Por fortuna fue localizada sana y salva.
Fue el sábado a eso de las 17:30 horas, cuando al número de emergencias 911 se recibió el reporte de que en la colonia Volcanes, una niña de 7 años se encontraba perdida en el cerro, en la parte alta de esa demarcación, por lo que enseguida se generó una fuerte movilización hacia aquel lugar.
Una vez en el domicilio de la menor de edad, los policías fueron enterados de que unos minutos antes la menor de edad se encontraba en su domicilio, había salido de bañarse y estaba envuelta solo en una toalla de baño, por lo que en ese momento su madre la cuestionó sobre donde había dejado algunas herramientas que ésta ocupaba de urgencia y como la niña dijo no saber, la señora se molestó y tomó un sandalia para golpearla.
Al ver esto, la niña salió corriendo hacia una nopalera ubicada en la parte alta, por lo que fueron a buscarla pero no la encontraron, únicamente recuperaron en el camino la toalla con la que ésta iba envuelta.
Enseguida los Policías, Bomberos y un vecino del lugar se enfilaron hacia la zona donde vieron correr a la niña y al paso de una media hora lograron encontrarla entre la nopalera, donde estaba escondida y completamente desnuda.
Inmediatamente fue trasladada a su domicilio, en donde una vez que paramédicos la valoraron, no detectaron ninguna huella de violencia o lesión, únicamente el susto que ella presentaba al saber que su madre la golpearía.
Vecinos del lugar informaron a los policías que constantemente la niña es golpeada por su madre, de ahí que la menor de edad tienda a correr a esconderse, por lo que pidieron se tomen cartas en el asunto, para evitar una tragedia.
Finalmente los policías canalizaron a los elementos de la Patrulla Rosa para que le den seguimiento al caso y se advierta a la madre de la menor de edad sobre los riesgos para la niña, pero también los procedimientos jurídicos a los que ella (la progenitora) se puede hacer acreedora, en caso de continuar con el maltrato.